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DMAE

Carles Barnés

Dr. Carles Barnés, responsable de la Unidad de la Retina en el Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus.

¿En qué consiste la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)?

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular que afecta la mácula, una pequeña área en el centro de la retina, responsable de la visión central necesaria para actividades como leer, conducir y reconocer rostros. Con el tiempo, la DMAE puede deteriorar esta parte crucial de la retina, lo que lleva a una pérdida gradual de la visión central.

¿Cómo afecta la DMAE a la visión y qué síntomas se presentan en sus diferentes etapas?

La DMAE afecta la visión central, mientras que la visión periférica generalmente permanece intacta. Los síntomas pueden variar según la etapa de la enfermedad:

  • Etapa temprana: en las primeras etapas puede no presentar síntomas notables. A menudo se detecta mediante un examen ocular de rutina, que revela la presencia de drusas (depósitos amarillos) en la retina.

  • Etapa intermedia: a medida que la enfermedad progresa, las personas pueden experimentar una visión borrosa o distorsionada, particularmente al leer o realizar tareas que requieren visión detallada. Las drusas se vuelven más grandes y numerosas.

  • Etapa avanzada: en esta etapa, los síntomas se vuelven más pronunciados. Pueden incluir:

    • Una mancha oscura en el centro del campo visual.

    • Dificultad para reconocer rostros.

    • Necesidad de luz más brillante para realizar tareas cercanas.

    • Distorsión visual, donde las líneas rectas pueden parecer onduladas.

¿Cuáles son las diferencias entre la DMAE húmeda y seca?

DMAE seca (no exudativa): es la forma más común, representando aproximadamente el 85-90% de los casos. Se caracteriza por el adelgazamiento de la mácula debido a la acumulación de drusas. La progresión es generalmente lenta y la pérdida de visión es gradual.

DMAE húmeda (exudativa): aunque menos común, es más grave y rápida en su progresión. Ocurre cuando vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina y la mácula, filtrando líquido o sangre. Esto puede causar daño rápido a la retina y una pérdida de visión central más severa y rápida.

¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para reducir el riesgo de DMAE?

  • Dieta saludable: consumir una dieta rica en frutas, verduras y pescados, que contienen ácidos grasos omega-3.

  • Suplementos: tomar suplementos específicos que contienen antioxidantes y zinc, como se recomienda en el estudio AREDS (Age-Related Eye Disease Study).

  • No fumar: el tabaquismo es un factor de riesgo significativo para la DMAE.

  • Protección ocular: usar gafas de sol para proteger los ojos de la luz ultravioleta.

  • Ejercicio regular: mantener un peso saludable y realizar ejercicio regular.

  • Control de condiciones médicas: mantener bajo control condiciones como la hipertensión y la diabetes.

¿Cómo progresa típicamente la DMAE y cómo se puede monitorear su avance?

La DMAE puede progresar lentamente (en el caso de la DMAE seca) o rápidamente (en el caso de la DMAE húmeda). Para monitorear su avance, se utilizan varias técnicas:

  • Exámenes oculares regulares: permiten detectar cambios tempranos en la retina y la mácula.

  • Pruebas de agudeza visual: evaluar la capacidad de ver detalles finos.

  • OCT (Tomografía de Coherencia Óptica): produce imágenes detalladas de las capas de la retina.

  • Angiografía con fluoresceína: utilizada para observar los vasos sanguíneos en la retina y detectar fugas.

  • Rejilla de Amsler: una herramienta que ayuda a detectar cambios en la visión central, como distorsiones o manchas.

¿Qué influencia tienen los factores hereditarios en la aparición de la DMAE?

Los factores genéticos juegan un papel importante en la aparición de la DMAE. Las personas con antecedentes familiares de DMAE tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Varias variantes genéticas aumentan el riesgo, incluyendo aquellas en los genes relacionados con el sistema del complemento y otras vías inflamatorias. Sin embargo, no todos los individuos con estas variantes genéticas desarrollarán DMAE. La investigación continúa para comprender mejor cómo estos factores interactúan y para desarrollar posibles intervenciones genéticas y terapéuticas.

¿Existe un tratamiento y cómo progresa la enfermedad?

La DMAE seca no tiene tratamiento efectivo, pero se recomiendan complementos vitamínicos, no fumar y controles con el oftalmólogo para detectar progresión precoz a la forma húmeda.

La DMAE húmeda se trata con inyecciones intravítreas de antiVEGF. Existen diferentes opciones hoy en día. Las medicaciones nuevas cada vez permiten ampliar más el tiempo entre inyecciones. Las nuevas medicaciones permiten estabilizar la lesión con 3 o 4 inyecciones al año y teniendo un pronóstico favorable con mantenimiento de la visión a largo plazo.

El futuro va orientado al tratamiento personalizado de las lesiones maculares, en función del estudio genético, con el objetivo de ofrecer el mejor tratamiento posible a nuestros pacientes.