La fallera que sueña pasar el 18 de marzo por la «curva Corretgera»

Valeria Cabo Martí. Falla Corretgeria-Bany dels Pavesos. 25 años

Valeria Cabo Marti  (Corretgeria Bany dels Pavesos)   copia

Valeria Cabo Marti (Corretgeria Bany dels Pavesos) copia / M. Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Ser «curvera» es un privilegio que sólo tienen las falleras de Corretgería-Bany dels Pavesos. Son el grupo que se pone en la curva de la calle Micalet a mirar y animar en la Ofrenda. El último gran contacto humano de la fallera antes de encontrarse con la patrona. Las ven venir de frente y pasan delante de ellas con las emociones a punto de estallar. El mejor sitio posible.

«¿Que si soy curvera? Y tanto: de horas y horas». Valeria Cabo ha visto pasar comisiones, cortes de honor y falleras mayores y reconoce: «No me lo puedo ni imaginar». Si ahora fuera ella la que pasara como protagonista. O su infantil, Carolina Real, que también está en la Fonteta. O las dos. Dependerá de lo que pase el 30 de septiembre. 

"Las cosas pasan por algo"

Para entonces habrá defendido su definición: «soy una loca de las Fallas». Y que ha sido fallera mayor «cuando las cosas pasan. Y pasan por algo. Mira, me habría gustado ser en el 150 aniversario. Pero vino la pandemia y no pudo ser. Y al año siguiente estaba con la oposición. Y me veía que si era fallera mayor, me la dejaba, porque soy muy loca de las Fallas. Y no quería. Primero una cosa y luego la otra». 

Valeria Cabo exhibe esta expresión de felicidad al ser preseleccionada

Valeria Cabo exhibe esta expresión de felicidad al ser preseleccionada / Fotofilmax

Valeria Cabo y su presidente, en la cremà de la falla

Valeria Cabo y su presidente, en la cremà de la falla / Falla Corretgería

Valeria Cabo es muy de Corretgeria

Valeria Cabo y Carolina Real representan este año a Corretgería en la Fonteta / Falla Corretgería

Corretgería desde la bisabuela

Ha sido este año y así ha cerrado el círculo que empezó «de muy pequeña, en 2006, cuando fui fallera mayor infantil». Una fallera mayor infantil para la historia porque «Sergio Amar me hizo su primera falla en València. No veas la relación que tengo con él. Ahora vino a mi nombramiento, a la comida de fallera mayor... mira, se me pone la piel de gallina. Y sigo teniendo mi ninot. Hasta con el cartel pegado. Falla número 50. Ahí sigue». Se le acumula el relato y la sonrisa. ¿Con qué derecho es fallera de Corretgería? Con todo el del mundo porque en esa calle «vivieron mi bisabuela, mi abuela y hasta mis tías y mi madre. Es decir: por seguir la tradición, aunque ya no vivamos en el centro». Estos falleros no lo tienen fácil, APR incluido. ¿Donde tiene su cuartel? «Mi tía vive en la calle de la Paz. Tengo llaves y no tengo ningún, ningún problema. Pero este año de fallera mayor mi madre y yo nos hemos alquilado un pisito para las dos. En la famosa curva, encima de Belros».

Tutora en un colegio

Hablaba de una oposición en la cosa profesional. Es Maestra de Educación Infantil. Ahora hay que decir en qué condiciones. «No, no estoy en bolsa. El año pasado oposité, pero no me salieron las cosas como hubiese deseado. Pero el destino ha sido que haya entrado este año en un colegio, Mas Camarena. Me han ofrecido ya ser tutora y estoy muy, pero muy contenta. Por todas partes». Ya lo dice ella: «Las cosas pasan por algo». ¿Y donde está al golpe de suerte? «En la insistencia. En mandar currículums y buscar la suerte. Al no pasar la oposición lo que quería era trabajar de lo mío, de lo que amo. Y el año pasado ya me llamaron para ser de apoyo y este ya me han ofrecido para empezar en septiembre». Menuda fecha, porque coincide con el inicio de las pruebas.

Y si hay suerte tendrá que pedir una excedencia. Para que la Curva Corretgera la aclame como nunca una noche de 18 de marzo.