Los nuevos consellers de Mazón juran el cargo en presencia de Vox

Tras unos días frenéticos tras consumar Santiago Abascal la ruptura de todos los gobiernos autonómicos compartidos por PP y Vox, como el valenciano, Carlos Mazón ya tiene oficialmente nombrados a sus nuevos consellers. El decreto de ceses y nombramientos se publicó el mismo jueves a la velocidad de la luz, apenas minutos después de consumarse la amenaza voxista, pero lo institucional lleva otros tiempos y ha sido este martes cuando Salomé Pradas, Miguel Barrachina y Vicente Martínez Mus han jurado sus nuevos cargos. También José Antonio Rovira, ya titular de Educación y que ahora asume también las competencias de Cultura.

El acto contaba con el morbo añadido de saber si los exconsellers de Vox que dejaron el Ejecutivo valenciano por orden de Madrid asistirían. Y han asistido, en lo que se interpreta como una visibilización de la buena sintonía que existía (y existe) entre Vicente Barrera, Elisa Núñez y José Luis Aguirre y el resto de dirigentes del PP. La convivencia era buena y también lo ha sido este martes. Mazón ha tenido gestos de afecto hacia todos ellos, especialmente a su exvicepresidente Barrera, de quien dijo hace pocos días que lo había "ganado como amigo" tras este año. A todos les ha reconocido su papel en el "año del cambio".

Con la salida del diestro, Susana Camarero queda como vicepresidenta única, cargo que también ha jurado. Tras ella han pasado por el atril del Saló de Corts del Palau de la Generalitat Pradas (Justicia), Rovira (Educación y Cultura), Barrachina (Agricultura) y Mus (Medio Ambiente). Todos han utilizado la fórmula del juramento y Pradas y Mus han empleado el valenciano.

Cumplido el protocolo, Mazón ha tomado la palabra y no ha tardado en lanzar el primer dardo a Abascal. Ha incidido en el aspecto simbólico del acto para remarcar que el Consell "está por encima de cualquier decisión partidista", en clara referencia a la ruptura de Vox. Ya en su día, criticó que se trata de una decisión "unilateral" e impuesta desde Madrid "sin priorizar" los intereses valencianos.

"No ralentizar el cambio"

También ha presumido de reflejos ante estos sucesos externos, remarcando que su objetivo ha sido "no interrumpir ni ralentizar" un "cambio" que se estaba implementando durante ese año de Consell de PP y Vox. En todo caso, se ha conjurado para que la remodelación no afecte a su rumbo. Además, ha asegurado que el nuevo Consell monocolor es una "garantía de estabilidad".

"Demorar un solo minuto el relevo hubiera sido faltar al cambio. Y al compromiso de no distanciarnos de aquellos a los que gobernamos. No caben interinidades, vacíos o demoras", ha ahondado.

Mirando a futuro, ha dicho que el Ejecutivo tiene ahora "ilusión renovada" y ha fijado como principales retos la "inmigración, la financiación, el déficit hídrico y las infraestructuras". Igualmente, y ante el desafío de gobernar en minoría, ha vuelto a mostrarse centrista y ha prometido buscar "grandes acuerdos y consensos" con todos los grupos políticos.