El nuevo jefe superior de Policía apuesta por la seguridad humana, la protección a las víctimas y el control del ciberespacio

El director general de la Policía reivindica «aislar» a los asesinos machistas y combatir «la violencia de género, sí, la violencia de género» policial y educativamente

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

El comisario principal de la Policía Nacional Carlos Gajero Grande no solo tomó ayer posesión del cargo como nuevo jefe superior de la Policía en la C. Valenciana jurándolo en el aula magna de la Facultad de Medicina de València ante más de 400 personas y arropado por la cúpula de la Policía Nacional, sino que además presentó sus credenciales para anticipar cuál y cómo va a ser su mandato.

El jefe, arropado por el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras; la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; y el director adjunto operativo (DAO), José Ángel González, usó la cita pronunciada en abril de 2005 por el entonces secretario general de Naciones Unidas y premio Nobel de la Paz Kofi Annan que está en todos los manuales del moderno concepto de seguridad humana: «No tendremos desarrollo sin seguridad, no tendremos seguridad sin desarrollo y no tendremos ni seguridad ni desarrollo si no se respetan los derechos humanos»

Esa, recordó ayer Gajero, quien recibió el bastón de mando de manos del DAO, es la base de la democracia y de la libertad, y el mandato a sus policías: «Trabajar para y por las personas desde la vocación de servicio».

El director adjunto operativo (DAO) entrega el bastón de mando al jefe superior de Policía bajo la sonriente mirada de la delegada y del director general.

El director adjunto operativo (DAO) entrega el bastón de mando al jefe superior de Policía bajo la sonriente mirada de la delegada y del director general. / Germán Caballero

En ese sentido, anunció que apostará por la "gestión anticipada del delito", el "rechazo a la discriminación y el odio", la "lucha por la igualdad y los derechos humanos" y el control de la ciberdelincuencia para «hacer del ciberespacio un lugar confiable». Y desgranó que ese concepto moderno de policía que busca la seguridad humana, con el ciudadano en el centro de la acción, no solo debe combatir «el crimen organizado, la delincuencia común o la amenaza terrorista», sino prestar «asistencia y protección a las víctimas y colectivos más vulnerables, luchar contra la violencia de género, la doméstica y la sexual o agilizar los trámites documentales», entre otros.

Inteligencia en todas las áreas

Gajero, que ha desarrollado buena parte de su carrera profesional en la Comisaría General de Información, la responsable de neutralizar las amenazas terroristas, creó y se convirtió en 2022 en el jefe de la flamante unidad central de ciberamenazas a la seguridad nacional. Por ello, cuando el jefe de Policía, que se emocionó hasta quebrársele la voz al mencionar a sus padres como los mentores de sus valores y a su pareja, Mercedes, como su apoyo más cercano, lo que arrancó un sincero y sentido aplauso de los asistentes, habla de implementar «inteligencia en todas las áreas policiales para obtener la máxima rentabilidad», sabe de lo que habla.

Su brillante discurso, cuajado de conceptos policiales vanguardistas, los que se manejan en foros policiales y de seguridad europeos y mundiales –a años luz de los que siguen defendiendo en público los responsables políticos más reaccionarios, principalmente Vox–, estuvo precedido y sucedido por los de la delegada y el director general de la Policía, respectivamente.

Se llama violencia de género

Los dos pusieron el acento en los mismos ejes: que la violencia que se ejerce sobre las mujeres (y sus hijos) por el mero hecho de serlo se llama violencia de género y no de ninguna otra manera y que combatirla es y seguirá siendo una de las prioridades de la Policía Nacional; que la C. Valenciana (y España) tienen «más policías que nunca»; que la apuesta por la mejora de las infraestructuras, con el complejo policial de Zapadores, el segundo mayor del país y con la inauguración prevista par dentro de unos meses, a la cabeza, es una prioridad del Gobierno socialista; y que la coordinación con todos los cuerpos policiales y «con las instituciones valencianas» es el camino «para llegar a todos los retos, porque solos no podemos», en palabras de Pardo Piqueras.

El director general, que empezó por alabar la humanidad de Carlos Gajero –«no se puede ser buen policía sin ser buena persona», sentenció– y reivindicar el papel de la familia en buen trabajo de cada policía, le pidió que ejerza su liderazgo «desde la ‘autoritas’ y no desde la ‘potestas’» y que vele por que cada policía sea «impecable en el comportamiento» porque «cada uno de ellos comunica la imagen de la Policía Nacional desde que sale de su casa hasta que vuelve a entrar», y que sea «implacable» con quienes falten a los valores esenciales del Cuerpo.

La despedida de Jorge Marti

Tanto él como Bernabé aprovecharon para despedir públicamente al anterior jefe superior, Jorge Marti, de quien Pardo alabó su lealtad, su trabajo y su afecto por los policías, pero, «sobre todo su discreción en el desempeño de su labor», en contraposición, «en estos tiempos de postureo», con «esa gente que no hace nada por la sociedad y que permanentemente está apareciendo en las redes sociales como si lo hiciera, confundiendo a la sociedad».

Tampoco Pardo Piqueras quiso quedarse al margen de los ataques de Vox a la violencia machista. Cuando pidió a Carlos Gajero que «priorice el apoyo a los colectivos más vulnerables», mencionó a «jóvenes, personas mayores y víctimas de violencia de género; sí, de violencia de género», enfatizó y abogó por «aislar» a los asesinos machistas.

El acto, al que asistieron tres jefes superiores de Policía y dos exjefes, entre otros mandos policiales, tuvo su broche de oro, como ya es habitual, con la emotiva interpretación en directo del himno del cuerpo, ‘Tesón de hierro’, a cargo del tenor de la Policía Nacional Juan Ledesma.