Los promotores reclaman más suelo y critican que no haya más hoteles en la Malva-rosa

También reclaman menos burocracia e intervención administrativa en el mercado inmobiliario

Critican que el litoral de la ciudad no tenga más hoteles

Juan Grima (Cuatrecasas), Roberto Centeno (Atitlan), Alfredo Rodríguez (Rover Grupo), José Luis Palau salvador (Simetria Grupo) y Vicente Llácer (Grupo Ática).

Juan Grima (Cuatrecasas), Roberto Centeno (Atitlan), Alfredo Rodríguez (Rover Grupo), José Luis Palau salvador (Simetria Grupo) y Vicente Llácer (Grupo Ática). / Laura Ballester

La resaca de la burbuja inmobiliaria ha dejado deja 301 millones de metros cuadrados (m2) de suelo urbanizable residencial en la Comunitat Valenciana. Los municipios con más de 50.000 habitantes tienen unas reservas de 25 millones de m2. Y sólo en el área metropolitana de València existen 12 millones de m2. Con sólo edificar ña mitad se podrían cosntruir más de 165.000 viviendas, según el Inventario del suelo urbano y urbanizable de la Generalitat, adelantado por Levante-EMV en su edición del pasado domingo. Pero los promotores quieren más.

Roberto Centeno (Atitlan), Alfredo Rodríguez (Rover Grupo), José Luis Palau Salvador (Simetría Grupo ) y Vicente Llácer (Grupo Ática) reivindicaron en la mesa redonda «Actualidad y perspectivas del sector inmobiliario» «más suelo», menos burocracia e intervencionismo de la administración.

La alcaldesa de València Maria José Catalá y el concejal de Urbanismo Juan Giner charlan con los promotores asistentes a la jornada.

La alcaldesa de València Maria José Catalá y el concejal de Urbanismo Juan Giner charlan con los promotores asistentes a la jornada. / Laura Ballester

«No hay suelos, la gente demanda casas. Pero la oferta no existe. Producir viviendas necesita años de tramitacion y tenemos un problema de primer orden», describió Rodríguez (Rover grupo) la situación actual. También defendió Rodríguez que la vivienda en València es «barata». «El problema es que no hay suelo y hay una altísima demanda en València porque gente de toda Europa quieren venir al clima mediterráneo. Y nosotros tenemos todo lo que hay tener para ser muy atractiva», coincidió Centeno (Atitlan). A lo que Palau (Simetría Grupo) sumó los riesgos a los que se enfrenta València: «una demanda muy potente, muy fuerte que está empujando por lo que tenemos que reordenar el tráfico. Y cuando hay usos compitiendo siempre pierde el residencial y el local». A lo que Llácer (Grupo Ática) sumó el «problema con los oficios y la mano de obra y las dos bolsas de corrupción: las bajas y los absentismos laborales. Y los de las paguitas», soltó. 

El hambre de negocio del sector inmobiliario mira con deseo al litoral valenciano. Yla fachada marítima de València. A la que citó expresamente Roberto Centeno (Atitlan). «En la Malva-rosa, en la primera línea de playa de València es todo un hospital... Playas como ésta en una ciudad no hay. ¿Qué hace un hospital en primera línea de playa? ¿Y un instituto?», se preguntó. «Me alegro mucho por los niños, pero es una barbaridad que València con ese potencial sólo haya un hotel a la altura de la localización [el Hotel Las Arenas] y el resto son viviendas de VPO, un hospital e institutos».

Una situación que, según la visión de Centeno, se produce porque «València es una ciudad que no se ha creído lo que es. No ha creído en su potencial. Han tenido que venir gente de fuera a enseñarnos eso. No pensábamos que tenía ese potencial».

Frente a las demandas de los promotores, el concejal de Urbanismo de València, Juan Giner Corell, aseguró que primero hay que «centrarse en lo que ya tenemos. Tres o cuatro PAI (programas de actuación integrada) son los que van a crear más viviendas. Yluego, por el atractivo que tiene València, el crecimiento ha de ser armónico, coordinado y sostenido con el resto de municipios del área metropolitana», defendió Giner después de que le preguntarán «hacia donde va a crecer la ciudad» y qué bolsas reales sin valor medioambiental susceptibles de reclasificar quedan en València.

Giner explicó las líneas de trabajo del Ayuntamiento de València para atajar la «rigidez de la oferta» y la «modesta producción de viviendas»: «los 15 PAI que se tramitan para construir 8.000 viviendas, las actuaciones de dotación, la agilización de procedimientos y seguridad jurídica en las licencias o tramitaciones responsables y la modificación de las normas urbanísticas del Plan General» de València de 1989. Además de «ordenar las viviendas de uso turístico». El urbanista Gerardo Roger Fernández explicó las posibilidades que ofrecen las leyes urbanísticas . Y la jornada la cerró la alcaldesa Maria José Catalá quien se mostró dispuesta a «reactivar el mercado inmobiliario a través de la colaboración público-privado y acabar el atasco de licencias para reactivar inversiones por 600 millones de euros».

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