Costas ve "previsible" que la arena acumulada para la Goleta de Tavernes pase todo el verano en el solar

El organismo asegura que está trabajando en la redacción del contrato para transportar el material hasta la playa de la zona norte

La arena está llena de escombros de obra y deben ser "cribada" antes de depositarla en el espacio de los bañistas

Así está la arena acumulada en un solar de la playa de Tavernes de la Valldigna, mientras escasea en la Goleta

Toni Álvarez Casanova

La playa de Tavernes de la Valldigna tendrá arena el próximo verano. Eso sería buena noticia si no fuera porque, y aquí está el problema, no estará donde debiera, es decir, ni en la Goleta ni en el litoral urbano, sino en el mismo solar municipal en la que se encuentra acumulada desde finales del año pasado. Costas, entidad dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) encargada de la gestión de todo el litoral, ha reconocido, en respuesta a una pregunta efectuada a Levante-EMV, que la actuación que tiene previsto llevar a cabo para reponer con ese material la maltrecha zona del norte de la costa vallera no se ejecutará "previsiblemente" hasta después del próximo periodo estival.

La noticia ha caído como una bomba en la adminstración local, según ha podido constatar este periódico, puesto que, aunque ya eran conscientes de que la temporada turística está a la vuelta de la esquina y los tiempos iban muy ajustados, confiaban en que aún había cierto margen de tiempo para que el organismo ultimara la tramitación el proyecto y pudiera llevar a cabo la reposición a la que se comprometió hace ya varios meses.

Desde Costas apuntan que en estos momentos se está "trabajando para tener el contrato que permita aportar la arena acopiada a las playas de la Goleta y Tavernes a la mayor brevedad posible". Al hecho de que esa tramitación aún no se ha completado se suma que la arena de la que se hizo acopio está llena de escombros de obra, como se aprecia en las imágenes, por lo que es necesario realizar un "cribado" de todo el material antes de transportarla hasta la zona donde está previsto que se deposite.

Esa actuación requiere bastante tiempo y después sería el momento de transportarla, depositarla y allanarla para que la playa pueda ser disfrutada por los y las bañistas. Todo ello alargaría la intervención con toda seguridad al mes de julio, cuando la playa está a pleno rendimiento turístico y no sería de buen gusto que los usuarios y las usuarias se encontraran cada día con el trajín de la maquinaria pesada trabajando en la zona. Nadie, de hecho, lo desea. "Es previsible que estas labores se tengan que acometer una vez finalizado el periodo estival para que el cierre de la playa necesario para su ejecución no afecte negativamente a la actividad turística del municipio", señalan, de forma literal, desde el organismo del Miteco.

El retraso de este proyecto supone un doble mazazo para el municipio. Por una parte porque, si no se lleva a cabo una actuación de emergencia para la Goleta de reposición con material extraído de otra playa como se ha hecho en años anteriores, este punto estará todo el verano prácticamente sin arena, como se encuentra actualmente, por lo que no podrá ser utilizado por los y las bañistas. En segundo lugar porque los veraneantes de la playa vallera pierden un espacio de aparcamiento, algo de lo que no va especialmente sobrada, de más de 5.000 metros cuadrados ubicados junto a los edificios de la zona oeste del casco urbano, a escasos metros de la avenida de la Marina, princpal arteria de la playa vallera.

Más de seis meses de trámites

Al organismo estatal se le ha echado el tiempo encima. El asunto de la arena acumulada se remonta al otoño del 2023. En diferentes reuniones, el Gobierno local vallero pidió a Costas una aportación de arena que permitiera proteger a los edificios de primera línea de la playa de la Goleta antes de que llegara algún temporal. En uno de esos encuentros, la expedición local logró arrancar el compromiso de que, en cuanto hubiera arena, se llevaría a cabo una reposición.

Finalmente hallaron una solución con el material que se estaba extrayendo de la obra del tanque de tormenta de la playa de Gandia. En un primer momento, Costas no vio con malos ojos que fuera el ayuntamiento quien ejecutara el proyecto, de ahí que se tomara la decisión de transportar la arena a un solar municipal para guardarla mientras los técnicos municipales elaborban un proyecto. Eso era octubre.

El pasado mes de febrero, sin embago, el organismo volvió a cambiar el paso y anunció a los representantes vallero que no permitiría esa actuación con medios municipales, sino que la asumiría directamente. Para entonces, la arena ya se encontraba ocupando el solar. Por ello, el compromiso era hacer uso de ese material y aportar varios miles de metros cúbicos más procedente de otra playa para llevar a cabo la actuación. Desde entonces, han pasado algo más de tres meses que no han sido suficientes para completar la tramitación del proyecto.

A todo esto, en el municipio destacan la "suerte" de que no se haya registrado ningún temporal desde el pasado otoño como los que acostumbra a haber casi cada año