La quincena de julio rompe moldes con una ocupación hotelera del 82%
La cifra en aparthoteles sube hasta el 86’6% y la gastronomía despierta cada vez más interés
Imagen de la playa de Cullera de bañistas en un año que supera las previsiones más optimistas. / Joan Gimeno
La primera quincena de julio nunca ha destacado por una excesiva ocupación en Cullera, pero este año se están volviendo a pulverizar registros. Su playa vuelve a ser uno de los grandes referentes turísticos de la Comunidad Valenciana con unas cifras de visitantes muy por encima de otras ciudades turísticas de la zona. Las cifras de ocupación de los hoteles se han situado muy próximos al 82% superados por los aparthoteles cuya cifra de ocupación se sitúa en un 86,61%. En hostales, pensiones y campings se sitúa por encima de los cinco puntos respecto al año pasado. Los apartamentos turísticos rozan el 78%, seis puntos porcentuales más que en 2023. Con estos antecedentes, el sector se muestra muy optimista respecto al balance que pueda dejar la actual temporada turística
Entre los extranjeros llegan franceses, ingleses, alemanes, holandeses y regresan con vigor los italianos
Variedad de visitantes
En cuanto a la procedencia de los visitantes, destacan como es costumbre por encima de todos los llegados desde la propia Comunidad Valenciana y de Madrid que cuentan con una segunda vivienda en la capital turística de La Ribera Baixa. Ese mercado está muy consolidado. En cuanto a la ocupación nacional, las dos Castillas están adquiriendo un especial protagonismo en los últimos años incrementando de forma clara el número de visitantes. Por lo que respecta a la nacionalidad de los visitantes extranjeros que han elegido Cullera como destino destacan por encima de todo una vez más los llegados desde Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda o Bélgica y vuelven a adquirir relevancia los italianos.
El turista sigue apostando especialmente por la playa y la gastronomía. Según las encuestas realizadas desde las Tourist Info de Cullera, la mayoría de los visitantes tienen una edad que oscila entre los 45 y los sesenta y cinco años, teniendo una gran mayoría de ellos estudios universitarios. La forma elegida para el alojamiento ha sido la vivienda de alquiler, en los hoteles, y por último, viviendas de amigos o familiares.
Terrazas en el Paseo Marítimo de Cullera / Joan Gimeno
Según estas mismas encuestas, la mayoría de aquellos que eligen Cullera como destino vacacional suelen llegar en familia, en pareja, o con amigos por este orden, decidiéndose a disfrutar de la playa, el descanso, la climatología, la gastronomía y la oferta de ocio y naturaleza.
La playa tira, pero también la cultura y la gastronomía
Las playas se convierten en la actividad estrella para dedicarle largo tiempo durante la estancia en la localidad aunque cada vez es más importante el tiempo que se dedica a visitas culturales o a visitar espacios naturales y centros de ocio. Cada vez más importante es el tiempo que se dedica a disfrutar de la gastronomía autóctona de kilómetro cero, algo que despierta la pasión entre aquellos que eligen Cullera.
La combinación que desarrollando la oferta privada en colaboración con las instituciones públicas está revirtiendo una quincena que por norma no ha destacado por ser muy fuerte con respecto a la ocupación pero que este año está rompiendo moldes.
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