Alzira anula un debate radiofónico para evitar los insultos y descalificaciones de Vox
El tripartito dice estar harto del comportamiento de Ricardo Belda y pide a su formación que tome cartas en el asunto: «Excede la estrategia de fomento de la crispación que lleva a cabo la extrema derecha»
El concejal de Vox Ricardo Belda. / Agustí Perales Iborra
El gobierno de Alzira se plantó ayer ante el discurso incendiario que utiliza el concejal de Vox Ricardo Belda tanto en el pleno como en la radio municipal, espacios en los que «ha insultado a familiares de compañeros de corporación o a funcionarios, que en la práctica implica atacar al ayuntamiento y la ciudadanía». Una de las medidas que ha tomado el consistorio para evitar sus continuas descalificaciones es suprimir de la parrilla la tertulia radiofónica ‘Comptat i debatut’.
El tripartito (Compromís, PSPV y UCIN) se enfrenta a la paradoja de Popper: tolerarlo absolutamente todo pone en riesgo la misma tolerancia sobre la que se cimienta la sociedad. Según explicó, ha reclamado a la dirección provincial de la formación ultraderechista que actúe contra Belda al entender que su actitud excede el comprensible juego democrático de los hemiciclos. Asimismo, anunció que estudia las medidas que se pueden tomar para ponerle freno y fomentar una convivencia pacífica y constructiva, puesto que no ha obtenido respuesta.
Calidad democrática
De igual modo, reclamó al PP y a Ciudadanos su adhesión a «un frente democrático». «Ambos partidos deberían posicionarse, porque no hacerlo es blanquear unas actitudes que menoscaban la calidad democrática», manifestaron los representantes del ejecutivo alzireño.
Rubén Sebastián
El gobierno municipal lamentó que las salidas de tono del concejal de Vox han provocado la supresión de una tertulia radiofónica en la que tomaban partido todas las opciones políticas con representación en el consistorio. Su emisión en directo se ha suspendido hasta en dos ocasiones por el inapropiado comportamiento de Belda. «Entendemos que debemos ser firmes y determinantes para mantener el respeto hacia nuestra administración local», incidió Enrique Montalvá, líder de UCIN en Alzira. El alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, explicó que se había valorado la opción de vetar al edil, aunque dijo que prefería evitar «la censura».
El fantasma del fascismo del siglo XX
Según denunciaron los socios de gobierno, Belda sobrepasa «la estrategia de fomento de la crispación que lleva a cabo la extrema derecha en toda Europa». «Estamos viviendo un escenario similar al de hace un siglo, que acabó con dos guerras y millones de muertos, tanto que parece una película distópica. Y eso supone una amenaza real para la democracia», alertó preocupado Domínguez.
En la misma línea, la teniente de alcalde y responsable del PSPV alzireño, Gemma Alós, insistió en que «se ha generado un clima preocupante» que podría desembocar «en una situación irreversible». «La legislatura pasada ya suponía un incordio, pero en esta está traspasando todas las líneas rojas», añadió.
Por su parte, Montalvá enumero los agravios más reprobables de Belda: «Es una persona que utiliza espacios públicos para incitar al odio, faltar al respeto, difundir falacias, descalificar y difamar». El edil responsable del área de Agricultura también reclamó un mayor respeto hacia las instituciones al advertir que el pleno municipal «no puede ser una barra de bar o un cuadrilátero de boxeo».
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