La alcaldesa de Carcaixent celebra el pacto con Alzira para evitar su incomunicación

Carolina Almiñana destaca que la solución consensuada no mermará la movilidad de sus vecinos

Ramal que baja de la CV-50 y confluencia con el Pont de Xàtiva.

Ramal que baja de la CV-50 y confluencia con el Pont de Xàtiva. / Perales Iborra

La alcaldesa de Carcaixent, Carolina Almiñana, ha aplaudido el consenso alcanzado el martes para reordenar el entorno del Pont de Xàtiva ante el proyecto de ampliación ya que permitirá a Carcaixent mantener sus accesos a Alzira y a la CV-50, como ayer adelantó Levante-EMV.

Almiñana ha destacado que, tras meses de negociaciones, las obras de ampliación del barranco de la Casella que comportan el desplazamiento del Pont de Xàtiva para proteger Alzira de las inundaciones se podrán realizar «sin mermar la movilidad de los vecinos de Carcaixent».

Almiñana recuerda que la primera opción que se contempló, y que rechazó «de manera firme», consistía en eliminar el ramal de desaceleración de la CV 50 hacia Carcaixent y desviar todo el tráfico por la Avenida de La Ribera, así como la obligación de ir hasta la «rotonda del bingo» para acceder a Alzira.

Todos estos meses, tanto las Direcciones Generales de Infraestructuras y del Agua como los alcaldes y concejales de urbanismo de los dos municipios, han estado negociando y trabajando por una solución que respetara las necesidades de las dos poblaciones y, a falta de la definición concreta del proyecto, ya se ha acabado de denifir.

Se mantendrá el ramal que conecta la CV 50 con la Avenida de Carcaixent y, además, se prolongará hasta el nuevo puente que se desplazará unos metros y desde el que se podrá acceder a la CV50 en dirección hacia la Barraca o a Alzira.