Alzira pacta al fin la última gran obra para protegerse de las inundaciones de los barrancos

El puente que salva el Casella se desplazará 200 metros aguas arriba para eliminar el actual cuello de botella tras el acuerdo alcanzado Carcaixent y las direcciones generales del Agua e Infraestructuras

El proyecto mantendrá el ramal de la CV-50 para facilitar el acceso a Carcaixent

Vista del barranco de la Casella en una crecida desde el Pont de Xàtiva. Al fondo, la CV-50 y el carril de deceleración.

Vista del barranco de la Casella en una crecida desde el Pont de Xàtiva. Al fondo, la CV-50 y el carril de deceleración. / Perales Iborra

La reordenación del enlace entre la CV-50 y la antigua carretera de Carcaixent derivada de la necesidad de ampliar el actual paso sobre el barranco de la Casella para evitar inundaciones en Alzira desplazará finalmente el Pont de Xàtiva unos 200 metros aguas arriba, conservará el ramal de deceleración para posibilitar el giro hacia Carcaixent y contempla la construcción de una pasarela peatonal que salvará el barranco a la altura del puente actual, según el acuerdo alcanzado este martes por todos los actores implicados, los ayuntamientos de Alzira y Carcaixent y las direcciones generales del Agua e Infraestructuras. La propuesta, a falta de plasmarse sobre plano, atiende las peticiones de los municipios sin excederse de la asignación de 5 millones de euros transferida por los Presupuestos Generales del Estado y, a priori, permitiría su ejecución sin riesgo de perder los fondos. La obra debe estar concluida en 2026.

La dirección general del Agua, a la que Madrid transfirió el dinero, había anunciado una propuesta que se mostraba segura contentaría tanto a Alzira como a Carcaixent, tras meses de negociaciones en las que se han barajado al menos otras dos opciones, aunque tampoco esta alternativa acabó de ser definitiva. Según han explicado tanto el alcalde Alzira, Alfons Domínguez, como el concejal de Urbanismo de Carcaixent, Rafael Orts, desplazaba el puente incluso más hacia arriba y planteaba la construcción una gran rotonda para distribuir el tráfico entre la CV-50 y el centro comercial inacabado. En la reunión se alertó como inconveniente que el coste de esta alternativa prácticamente duplicaba el importe de la subvención asignada y que su ejecución podía prolongarse más allá de los plazos exigidos para no perder el dinero.

La dirección general del Agua descartó de entrada la propuesta que había lanzado el alcalde de Alzira por la que, en ausencia de consenso, se aparcara la reordenación de este nudo de comunicaciones y se invirtieran los 5 millones en la ampliación de otro tramo del barranco de la Casella, ya que son tres las actuaciones contempladas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para proteger el casco urbano de Alzira de este barranco. Según ha explicado Domínguez, la conselleria defiende que el dinero debe utilizarse para elevar la cota en lo que hoy es un punto débil para la protección de los barrios más bajos contra inundaciones. La CHJ se encargará de ampliar el cauce desde el Pont de Xàtiva a la desembocadura en el Xúquer.

La reunión se centró en buscar una alternativa intermedia que contentase a todos. Que permitiera proteger a Alzira de las barrancadas eliminando el cuello de botella que hoy representa el Pont de Xàtiva sin generar una nueva estructura de hormigón junto al paso elevado de la CV-50, una de las demandas del alcalde, y mantuviera el ramal que conecta con la avenida de Carcaixent, ya que esta localidad rechazaba cualquier opción que mermara la movilidad de sus vecinos. La propuesta prevé prolongar este carril hacia el nuevo puente desde el que se accederá bien a la CV-50 en dirección a la Barraca o a Alzira por la plaza de Sant Judes. Orts ha señalado que falta definir si en este enlace se construye una pequeña rotonda. «No ha sido fácil porque habían varias opciones y éste es la s olución más adaptada a todas las circunstancias económicas y técnicas», ha señalado el concejal de Urbanismo de Carcaixent.

Domínguez, por su parte, destaca que esta alternativa deja la puerta abierta a que en el futuro se pueda estudiar la eliminación del paso elevado de la CV-50, una actuación que el ayuntamiento considera necesaria para mejorar la imagen de este acceso a la ciudad, y facilita la ejecución de las obras ya que el Pont de Xàtiva no se elimina hasta el final.

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