La alegría y la ilusión por repartir más de 70 millones de euros entre hermanos de la cofradía y vecinos de Torrent en el sorteo del Niño, lleva camino de convertirse para la Hermandad del Sant Sepulcre en una pesadilla que puede tener un fatal desenlace. Y es que desde hace casi dos años, trece personas, algunas miembros del propio colectivo, mantienen un litigio en el que piden cobrar las papeletas que a su juicio deberían haber jugado y que motivos no aclarados no tenían. En total reclaman aproximadamente unos 600.000 euros.

Poco después de las doce del mediodía del 6 de enero de 2017, las bolas de los cinco bombos convirtieron a Torrent en el centro neurálgico nacional al repartir el primer premio del sorteo del Niño con el número 08.354. De los noventa millones que cayeron en la capital de l'Horta Sud, la Hermandad del Sant Sepulcre repartió más de 70 millones en participaciones de 2,40 euros (24.000 euros por cada papeleta) La sede social de la cofradía fue una fiesta.

Pero como suele ocurrir en estos casos, la alegría de muchos se convierte en tristeza y desazón de los que no compraron la lotería pese a tenerla delante. O lo que es peor: los que pensaban que la jugaban como siempre y al final no la recibieron. En este caso, la polémica acabó en los tribunales.

La primera demanda se presentó en abril, cuatro meses después del sorteo. Cinco personas, miembros de la cofradía y familiares, presentaron una querella por vía penal contra la hermandad por un delito de apropiación indebida. Reclaman pena de prisión para los 17 miembros de la junta directiva (constituida en septiembre de 2016) o la cantidad de 240.000 euros, el equivalente a las diez papeletas que supuestamente deberían haber jugado. A esta demanda se unieron otras, que han formado una causa declarada como compleja hasta marzo de 2019, con trece afectados y una solicitud de indemnización global que ronda los 600.000 euros.

Los querellantes argumentan que los integrantes de la junta directiva eran los encargados de repartir la lotería de Navidad y del Niño a domicilio, una práctica habitual bastante extendida en otras cofradías y hermandades del municipio. También la directiva del Sepulcre entregaba las papeletas casa por casa el resto del año con los hermanos que jugaban a modo de abonados. De tal forma que, según los demandantes, para el sorteo del seis de enero, en medio de las fiestas navideñas, no recibieron en sus casas las participaciones que tenían asignadas como cada año y que al reclamarlas tras enterarse de que la hermandad había repartido el gordo, la directiva no se las entregó. «Las habían vendido a otros» o «las habían devuelto», fueron algunas de las explicaciones que ofreció la cofradía a los afectados, según explican.

El magistrado encargado de la causa, instruida en los juzgados de Torrent, ha tomado declaración en los últimos meses en calidad de investigados a quince de los diecisiete miembros de la junta directiva de la hermandad, responsable civil subsidiaria. También declarado como testigos los demandantes y otros personas que nada tienen que ver con el caso.

Los bancos aportan información

El juez también ha ordenado practicar varias diligencias. Así ha solicitado que presten declaración los responsables de la administración de lotería que consignó los decimos, para que expliquen a quién le vendieron las participaciones, el pago y la fórmula para destruir las papeletas sobrantes que no se vendieron. A su vez, ha solicitado a las dos entidades financieras encargadas de abonar los premios a los agraciados, que aporten información sobre cuántas participaciones pagaron y a qué personas. También los demandantes han llevado ante el juez todo tipo de pruebas para tratar de demostrar que quedaron sin premio por culpa de la junta directiva de la cofradía.

Por el momento, el magistrado no ha tomado medida cautelar alguna al respecto, y una vez tenga todas las pruebas sobre su mesa, decidirá en los próximos meses si determina la apertura de juicio oral o si sobresee la causa como pide la defensa de la hermandad.