CANDIDATAS A FALLERA MAYOR DE VALÈNCIA 2024

De «Almirantina» a diseñadora de su propio futuro

Carla Olmos Llovera. Falla Almirante Cadarso-Conde Altea. 21 años

Carla Olmos Llovera (Almirante Cadarso Conde altea)   copia

Carla Olmos Llovera (Almirante Cadarso Conde altea) copia / M. Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Apenas unos días antes de empezar las pruebas todavía andaba Carla Olmos ejerciendo las exigencias del cargo de fallera mayor de Almirante Cadarso. Por ejemplo, acompañando a los infantiles a entregar el ninot indultat infantil. Que a punto estuvo ella misma de entregar el suyo, pero acogió con deportividad que lo hiciera l’Antiga, con su fallera mayor, Ana Carrascosa, con la que ahora también comparte pruebas y sueños de un puesto entre las trece. «Sabía que podía pasar pero si tenía que llevárselo otra comisión, que fueran ellos, porque Ana es amiga».

Ana Carrascosa y Carla Olmos en la entrega de los ninots indultats

Ana Carrascosa y Carla Olmos en la entrega de los ninots indultats / M. Domínguez

Carla Olmos es nombrada como preseleccionada

Carla Olmos es nombrada como preseleccionada / Fotofilmax

Carla Olmos, en las pruebas con el número 6

Carla Olmos, en las pruebas con el número 6 / M. Domínguez

Ahora llega al momento decisivo de las pruebas de una noche de Fonteta que si le es propicia, tiene claro por quien se alegrará más: «por mi abuela. Es mi referente en las Fallas y en la vida en general y la que me ha llevado de la mano en la fiesta». Tanto, como que incluso en ser fallera mayor a una edad temprana fue precisamente por ella. «Quería serlo pronto para que a ella le pillara lo más joven posible y lo pudiera disfrutar. Ha sido pieza clave y yo estoy feliz de que lo haya disfrutado desde el primer minuto». Fue nombrada con 19 años, cumplió 20 en seguida y ahora afrontará el momento clave con 21.

Un cruce con "tutor"

Defenderá los colores de Almirante Cadarso después de cruzar la mediana de la Gran Vía a la altura del Vips para aterrizar en el lado de Saona. Porque «de niña era de Isabel la Católica. Pero cuanto tenía doce años me cambié a Almirante a raiz de hacerme muy amiga de una niña del colegio». Y además, «en Almirante estaba mi tío, Sixto Flores, con lo que en casa estaban tranquilos. Es mi «tutor legal» en Almirante».

Y no tiene más que palabras de agradecimiento a su nueva casa fallera. «Me trataron muy bien desde el primer minuto». Con su nombramiento en Almirante, en casa siguen poniendo chinchetas en el mapa de la fiesta. «Mi tía ya fue fallera mayor de Almirante con 15 años, otra lo ha sido en Grabador Esteve, mi abuela en Convento Jerusalén... ya ves: salpicados por todas partes». Ella vive al ladito mismo de la falla «con lo que no puedo estar más cómoda. Todos los cambios son rápidos y cómodos».

Con 21 años está todavía en proceso de formación profesional. «Empiezo ahora el cuarto curso de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en la UPV». Con la intención de... ya veremos. «Quizá ser diseñadora industrial, pero tampoco descarto dedicarme a la enseñanza, porque me gusta mucho la rama de la educación. La verdad es que tiene salidas desde que es una ingeniería y me decidí por esta porque me gusta la creatividad, pero también la cuestión técnica». 

Y como fallera de Almirante, también mora. Su escuadra es «Almujarives». El enésimo juego de palabra con el «Almi» que da razón de ser. «Desfilo desde que entré en la falla, empezando por la infantil y luego ya me incorporé a ésta». Nada más especial en un 19 de marzo que recibir a la fallera mayor y la corte en la Parada Mora y que una de ellas haya sido almirantina. Quien sabe.