Las urgencias de Xàtiva piden personal tras registrar un pico histórico de asistencias

La última memoria del servicio contabiliza 61.087 atenciones en 2022, un 20% más que hace una década, y recoge la necesidad de dos facultativos y de reforzar las guardias

La cifra de pacientes mayores de 85 años asistidos prácticamente se ha duplicado desde 2012

Una ambulancia se encamina al área de urgencias del hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva.

Una ambulancia se encamina al área de urgencias del hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La última memoria de gestión publicada por el Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent refleja un incremento del número de urgencias atendidas por el hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva del 19,4% en los diez años transcurridos entre 2012 y 2022.

En este último ejercicio, el servicio contabilizó un total de 61.087 atenciones (167 al día), una cifra récord en la historia del centro sanitario. La tendencia ascendente experimentada desde 2019 (a excepción de los años de la covid-19) ha consolidado un aumento anual aproximado de las asistencias del 2%.

Estos datos han conducido a la unidad de urgencias a solicitar un refuerzo de personal que queda plasmado en el balance de 2022. Tras la pandemia se practicó un dimensionamiento de la plantilla acorde al número de urgencias registrado en 2018, un cálculo que, según señalan desde el servicio, "ha quedado obsoleto", dado que el número de urgencias ha aumentado un 8% respecto a dicho periodo.

La radiografía deja constancia de la necesidad de un aumento de plantilla que dote al equipo de dos facultativos adicionales, junto con el nombramiento de un jefe específico para la Unidad de Corta Estancia (UCE) "para poder asegurar una correcta continuidad asistencial a los pacientes de este departamento". 

Aunque las estadísticas muestran que las urgencias en el turno de mañana son las predominantes en el hospital de Xàtiva, si se suman las de la tarde y la noche el cómputo es superior, lo que, según el informe, "demuestra una evidente dependencia de la atención continuada, así como de la asistencia realizada por médicos residentes en formación para poder mantener la calidad asistencial durante estos turnos".

Es por ello por lo que la unidad también precisa un cuarto módulo de guardias para reforzar la asistencia tanto en este tramo horario como durante los fines de semana, cuando el equipo operativo es "claramente insuficiente" para poder cubrir las asistencias con tres facultativos de guardia.

Por otro lado, dado que en verano se suele registrar una elevada presión asistencial, con más de 5.000 urgencias al mes en julio y agosto, los profesionales del servicio consideran "más que justificada la necesidad de tener un plan de vacaciones en tiempo y forma con la sustitución de al menos el 100% de la plantilla para poder mantener la actividad habitual", tanto en las urgencias como en la Unidad de Corta Estancia, que durante el verano de 2022 tuvo que cerrar debido a la ausencia de profesionales para sustitución de las vacaciones del personal.

La unidad de urgencias se enfrenta a un aumento en la complejidad del perfil de los pacientes, con una tendencia cada vez más acentuada a atender a pacientes ancianos, crónicos y pluripatológicos que requieren de la dedicación de una mayor cantidad de recursos humanos y tecnológicos para poder mantener la calidad asistencial. En números absolutos, el mayor volumen de asistencias se concentra en la franja de pacientes mayores de 65 años, que en 2022 representaron el 31% de las atenciones.

Pese al repunte de las urgencias, el tiempo de espera se redujo en 2022

La cifra de pacientes mayores de 85 años atendidos prácticamente se ha duplicado en una década, al pasar de las 2.200 asistencias al año en 2012 a las casi 4.000 de 2022. "Esto supone un aumento en el consumo de recursos humanos, un alargamiento de los tiempos de atención y un aumento de los ingresos asociados, dada la complejidad y alta prevalencia de cronicidad entre esta población", incide la memoria del departamento.

En el reverso de la moneda, se produjo una clara disminución en el número de urgencias pediátricas en 2022 respecto a las cifras observadas entre 2016 y 2019, llegando incluso a bajar un punto porcentual a pesar del aumento global del número de urgencias.

Menos tiempo de espera

Pese a dicho repunte, además, el servicio consiguió reducir el tiempo de demora desde el registro en admisión hasta la primera atención médica, que se situó en 34 minutos, y el tiempo medio de permanencia de los pacientes en urgencias desde su registro hasta el alta, de 204 minutos (9 minutos menos que en 2021), al liberarse de la sobrecarga de las pruebas especiales por la covid.

Lo que sí se incrementó notablemente fue el tiempo medio de admisión-triaje, que fue de 8 minutos y 19 segundos. Un retraso que la unidad achaca al hecho de que, en muchas ocasiones, durante 2022 se superaron las 200 urgencias diarias.

Esta cifra obligaría a disponer de un segundo punto de triaje durante todo el día, una demanda que, sin embargo, resulta "imposible de cumplir" dada la escasez de recursos de enfermería y la "nula capacidad de maniobra para movilizar recursos ante picos de afluencia en urgencias", recalca el informe.

La unidad recuerda que el servicio funciona con dos profesionales menos de enfermería y auxiliar de enfermería de los que les corresponderían

La unidad recuerda que el servicio funciona con dos profesionales menos de enfermería y auxiliar de enfermería de los que les corresponderían para su número de atenciones, dado que con el personal asignado también se cubre la Unidad de Corta Estancia.

Pese a todo, en 2022 el 90% de los pacientes de urgencias fueron atendidos en tiempo según la prioridad asignada mediante el sistema de triaje Manchester. Las reclamaciones se han reducido y el servicio solo recibió 52 en todo el año.

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