La nueva norma del Consell reactiva plantas solares en la Vall que estaban vetadas

La comarca acumula 17 proyectos en tramitación desde hace varios años que se verían favorecidos y acelerados por el decreto del Plan Simplifica

Protesta contra algunos proyectos fotovoltaicos en las comarcas en València.

Protesta contra algunos proyectos fotovoltaicos en las comarcas en València. / Miguel Ángel Montesinos

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La Vall d'Albaida es una de las tres comarcas de la Comunitat Valenciana en las que más plantas fotovoltaicas se proyectan sobre suelos agrarios y no urbanizables. Pero la mayoría de las propuestas acumulan varios años en tramitación, perdidas en el laberinto administrativo, cuando no bloqueadas.

Una escenario que podría dar un vuelco con el impulso por parte del Consell del nuevo Decreto Ley de simplificación administrativa, que entre otras cosas persigue acelerar las inversiones fotovoltaicas, reduciendo los obstáculos con los que se topaban hasta ahora en su largo camino hasta ser aprobadas por la administración autonómica.

Desde que el gran "boom" de las renovables llegó al territorio, la Generalitat solo ha avalado dos proyectos de plantas solares en la Vall d'Albaida con la emisión del preceptivo informe de impacto ambiental y paisajístico favorable, a expensas de otros pasos aún por completar: una instalación entre Agullent y Benissoda promovida por Besolar Energía, SL y una multinacional suiza formada por cerca de 10.000 paneles fotovoltaicos y otra en Castelló de Rugat, impulsada por un grupo inversor canadiense y chino con 30.200 paneles. Ambos parques han pasado el filtro ambiental este mismo año.

Una de las novedades del decreto del Consell es que fija en un 10% el porcentaje de ocupación máxima de suelo no urbanizable que puede utilizarse en cada municipio para que se asienten plantas solares, incluyendo, como uso admitido, las instalación de biogás y biomasa. Hasta ahora no se admitía más de un 3% de ocupación, una circunstancia que limitaba este tipo de propuestas en municipios como Albaida (donde se concentran hasta cuatro proyectos que pretenden ocupar alrededor de 3 millones de metros cuadrados ), Castelló de Rugat (con dos plantas en tramitación que suman 1,35 millones de m2) o Bufali.

Agullent es otro de los municipios con mayor acumulación de parques fotovoltaicos, con un total de tres instalaciones que contemplan 38.066 placas solares y que ocuparían una extensión catastral de 396.737 metros cuadrados, equivalente al 2,5% del término municipal.

Recientemente, el ayuntamiento de esta localidad aprobó por unanimidad una moción para rechazar estas iniciativas, con sus consiguientes líneas de evacuación, y expresar su preocupación "por el impacto negativo que tendrán sobre el paisaje, la biodiversidad y la economía local". El consistorio agullentí ha instado a la Generalitat a paralizar inmediatamente las inversiones tal como están planteadas.

En l'Olleria también hay en tramitación dos parques fotovoltaicos que ocuparían 447.563 metros cuadrados, mientras que en Bellús también se proyectan dos instalaciones, pero de menor tamaño. Quatretonda, la Pobla del Duc y Ontinyent (241.751 m2) completan las 17 propuestas que permanecen a la espera de recibir luz verde la administración autonómica tras años de espera. En algún caso, como en el de Albaida, el Consell rechazó tramitarlas por la vía exprés y obligó a retrasar el procedimiento, al exigir más requisitos.

Hasta el momento, la única planta solar cuyos permisos han sido denegados en la comarca es la que se promovía VF Renovables 30, SL en Alfarrasí, puesto que la mercantil no pudo acreditar la solvencia económica exigida.

El Consell ha tumbado otros dos parques fotovoltaicos en Chella y Navarrés, ambos por afectar a suelo forestal con un elevado riesgo de erosión.

En Xàtiva se proyectan cuatro pequeñas instalaciones que suman una extensión de 381.311 metros cuadrados. Otras dos propuestas conflictivas en tramitación son las que se asentarían en Bolbaite y en plena sierra de Enguera. La primera ocuparía 1 millón de metros cuadrados (el 2,5% del término del municipio) y, después de lograr el informe favorable de impacto ambiental, ha tenido que retroceder a la fase de exposición pública, puesto que la promotora no había presentado la memoria justificativa de la ubicación de la planta ni de la línea de evacuación. La segunda se planea sobre una zona protegida muy sensible, en parcelas afectadas por la Zona de Especial Conservación Sierra de Enguera, pertenecientes a la Red Natura 2000.

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