El Gobierno anulará la pena de muerte al diputado setabense Isidre Escandell

La Diputación de Valencia envía al ministerio la documentación que acredita la persecución que sufrió el periodista por expresar sus opiniones para lograr la reparación de su memoria

Los restos del intelectual volverán a la fosa tras ser exhumados al no reclamarlos ningún familiar con el que se pueda cotejar el ADN

Lápida conmemorativa del periodista Isidre Escandell en la fosa 114 del cementerio de Paterna.

Lápida conmemorativa del periodista Isidre Escandell en la fosa 114 del cementerio de Paterna. / Francisco Calabuig

Sergio Gómez

Sergio Gómez

A las siete de la tarde de este viernes 28 de junio se cumplirán 84 años del fusilamiento de Isidre Escandell Úbeda en el cementerio de Paterna. Erudito y acérrimo militante socialista desde sus tiempos de juventud en Xàtiva, durante los convulsos años que precedieron a la Guerra Civil fue periodista de El Mercantil Valenciano -la semilla de Levante-EMV-, además de vicepresidente de la Diputación de Valencia, diputado del Frente Popular en el Congreso, presidente de la Agrupación Socialista Valenciana y secretario del Ateneo Mercantil de València.

El 30 de mayo de 1940, el Consejo de Guerra Permanente nº1 condenó a Escandell a la pena de muerte en un juicio sumarísimo que le atribuyó un delito de "adhesión a la rebelión". La sentencia consideró probado que el periodista -soltero de 45 años- había sido un "gran propagandista y luchador del Partido Socialista, pronunciándose siempre en los actos públicos y artículo periodísticos en contra de la Guardia Civil y de la Iglesia".

Según el pronunciamiento del tribunal militar, Isidre cometió varios errores fatales: se identificó plenamente con la causa marxista, se opuso al "Gran Alzamiento Nacional" y "difamó a la causa nacional" a través de sus escritos. En sus mítines por los distintos pueblos de la provincia, además, "decía que era necesario perseguir a los fascistas". La sentencia también recoge que protegió a personas "de ideología derechista" con las que mantenía lazos de amistad. Un gesto que no le libró de la muerte.

Ocho décadas después de plantarse delante del pelotón de fusilamiento, Escandell es el protagonista de otro expediente de índole bien diferente. Esta misma semana, la Diputación de Valencia ha completado el envío al Gobierno de toda la documentación referente a su caso con el objetivo de rehabilitar su memoria y hallar justicia para el diputado, a través de la anulación de su condena, como ha ocurrido recientemente con el oficial republicano de Ontinyent Antonio Cabida.

La solicitud de "declaración de reparación y reconocimiento personal", firmada por la vicepresidenta primera de la corporación provincial y diputada de Memoria Histórica, Natàlia Enguix, se dirige al Ministerio de la presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Con esta gestión, coordinada por el técnico del área provincial, Francisco Sanchis, la diputación da cumplimiento al acuerdo adoptado en el pleno de febrero a raíz de una moción promovida por el grupo socialista en la diputación, que fue aprobada con los votos de todos los partidos salvo Vox. Tanto el Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica de la C. Valenciana como la Fundació Isidre Escandell de Xàtiva llevan décadas reivindicando la figura del periodista y demandando la necesidad de su reconocimiento público.

Braulio Algarra e Isidro Escandell, presidente y vicepresidente de la Diputación de Valencia en 1923.

Braulio Algarra e Isidro Escandell, presidente y vicepresidente de la Diputación de Valencia en 1923. / Levante-EMV

Antes de partir a València a estudiar Magisterio, el más tarde diputado impulsó las Juventudes socialistas en la capital de la Costera, donde se asentaban las raíces de su árbol genealógico y donde pasó su infancia y buena parte de su juventud.

Sus restos volverán a la fosa

Escandell fue enterrado en la fosa 114 del Paredón de España, exhumada en 2021. Dado que ningún familiar -ni siquiera lejano- ha reclamado sus restos (no tuvo descendencia), la posibilidad de identificar con claridad su cadáver mediante el cotejo del ADN se ha difuminado casi por completo, y, junto a ella, la opción de encontrarle una sepultura digna. Si nadie lo remedia, una vez se complete el estudio de los restos hallados en la exhumación, Isidre deberá volver de nuevo al anonimato de la fosa para siempre.

"Sería muy amargo que este fuera el destino de una persona clave en la sociedad valenciana porque no hay ninguna persona con la que comparar su perfil genético", lamenta Matías Alonso, presidente del Grupo de Recuperación de la Memoria, para quien la única solución sería "abrir un nicho de sus padres o de algún familiar y cotejar el ADN", previo permiso del titular de los mismos.

El experto, gran conocedor de la historia de Escandell, recalca que este fue asesinado "sin ninguna base legal" porque "no le pudieron encontrar ningún delito de sangre". Alonso pone el foco en que el diputado fue "precursor en la fórmula con la que después mataron a Peset Aleixandre": a ambos les imputaron delitos de opinión.

El activista de la memoria sostiene que Isidre se limitó a "defender la democracia" y a "difundir opiniones". Cuando València cayó en manos de los rebeldes nacionales, "fueron directamente a por él". Estaba escondido en casa de su hermana, en Benimàmet.

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