La Vall d'Albaida espera producir 5.300 toneladas de fruta de verano, un 68 % más que en 2023

La Unió destaca el incremento de la cosecha respecto a la desastrosa campaña del año pasado, aunque en algunas zonas los árboles sufren estrés hídrico

Los productores lamentan las dificultades para encontrar mano de obra especializada para realizar tanto las tareas de aclarado como las de recolección de la fruta

Representantes de la Unió de Llauradors, en una explotación de fruta de verano de Bèlgida.

Representantes de la Unió de Llauradors, en una explotación de fruta de verano de Bèlgida. / La Unió

La Unió Llauradora prevé, en una primera estimación y siempre que no haya incidencias meteorológicas destacables en las próximas semanas, un aumento de la cosecha de fruta de verano en la comarca de la Vall d’Albaida del 68% sobre la pasada campaña que resultó desastrosa con una bajísima producción.

El secretario general de La Unió, Carles Peris, acompañado de representantes sectoriales y territoriales de la Vall d’Albaida, ha recorrido diversas explotaciones de la zona y ha visitado también la Cooperativa Cofrudeca en Bèlgida.

La organización prevé alrededor de 5.355 toneladas de fruta en la comarca, de las que 2.390 t, serán de melocotones, 456 t, de albaricoques y 2.500 de ciruelas. En relación con la pasada campaña puede haber un incremento del 23% en el grupo de melocotones, nectarinas y paraguayos; del 44% en albaricoques y del 170% en ciruelas. Son cifras aún bajas en comparación con la media de los últimos quince años. Casi el 40% de la producción de fruta de verano de la Comunitat Valenciana está localizada en la comarca de la Vall d'Albaida. Concentra el 48% de la ciruela, el 46% del albaricoque y el 37% del melocotón. 

La cosecha viene adelantada y tuvo una buena floración y cuajado como consecuencia de no haber tenido ningún episodio meteorológico negativo, aunque hay zonas donde se ha detectado estrés hídrico en el arbolado a consecuencia de los episodios de vientos de poniente y calor excesivo. 

Los productores destacan las dificultades para encontrar mano de obra especializada para realizar tanto las tareas de aclarado como las de recolección de la fruta. También denuncian el aumento de las importaciones de frutas de otros países. En los últimos diez años, la UE las ha incrementado un 79%, con Turquía, Chile y Sudáfrica a la cabeza, con el 29% y 22% estos dos últimos países, respectivamente. La evolución de Turquía ha sido espectacular. En la última década ha aumentado sus envíos a los mercados europeos en un 425%.

En la actualidad, según los últimos datos de la Conselleria de Agricultura de 2022, hay plantadas en la Comunitat Valenciana un total de 7.162 hectáreas de cultivo de fruta de verano, de las que el 42% (2.981 ha) son de albaricoque; el 39% (2.800 ha) de melocotones y el 19% (1.381 ha) de ciruelas. 

Recolectores de fruta en Bèlgida.

Recolectores de fruta en Bèlgida. / La Unió de Llauradors

En lo que llevamos de siglo, la superficie de fruta de verano de la Comunitat Valenciana se ha reducido en 12.132 ha (-60%), que es el equivalente a 30.000 campos de fútbol reglamentarios, a un ritmo anual constando del 8%. Se han abandonado 3.133 ha de albaricoques (-51%), 4.346 ha de melocotones (-54%) y 4.653 ha (-77%) de ciruelas. 

Para revertir esta situación, La Unió propone una serie de medidas urgentes. En primer lugar, la realización de campañas de promoción de nuestra fruta tanto desde las instancias estatales como desde la Generalitat entre los consumidores, en las que se destaque la gran calidad, proximidad y beneficio para nuestros pueblos y el medio ambiente en contraposición con la fruta llegada de fuera de la Unión Europea.

Más fondos para investigación

La Unió también reclama un mayor presupuesto en investigación para conseguir variedades cada vez más adaptadas al cambio climático con el objetivo de ser competitivos en los mercados. Por otra parte, la organización agraria considera el seguro agrario como una herramienta fundamental al servicio del agricultor, especialmente dado el aumento significativo de la siniestralidad de los últimos años.

Los siniestros se han vuelto más frecuentes y de una intensidad mayor, lo cual resalta todavía más la importancia de contar con este tipo de protección. Por eso, La Unió propone que las administraciones incrementen las subvenciones al seguro para los agricultores profesionales de fruta hasta el 70%, que es el límite máximo permitido por la UE.