La falta de calibre enfría la campaña de la fruta pese a crecer la cosecha un 25%

Los productores de la Vall d'Albaida mejoran las perspectivas de producción del año pasado aunque la falta de lluvias condiciona su buena comercialización

Cofrudeca destaca la recuperación del albaricoque tras dos años sin cosecha y la buena marcha general de melocotones y nectarinas, con grandes diferencias entre variedades

Agricultores trabajando en un campo de melocotones, la semana pasada.

Agricultores trabajando en un campo de melocotones, la semana pasada. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La recolección de las variedades más tempranas de melocotones, nectarinas y albaricoques ha dado comienzo oficialmente a la campaña de la fruta de verano en la Vall d'Albaida, una de las principales comarcas productoras de la Comunitat Valenciana.

Las perspectivas de los agricultores se dividen este año entre quienes observan el vaso medio lleno y quienes lo ven medio vacío. Por un lado, la floración de cultivos ha sido magnífica y se pronostica un incremento de la cosecha respecto a la campaña del año pasado, que se desarrolló a medio gas debido a que las condiciones meteorológicas propiciaron un notable descenso de la cantidad de kilos en los árboles.

Por otro lado, sin embargo, la merma del calibre de la fruta es motivo de preocupación para los productores. La alarmante falta de lluvias de la última temporada ha tenido un impacto negativo en el tamaño de algunos productos, una circunstancia que podría dificultar su comercialización en el mercado.

La presidenta de Cofrudeca, Julia Soler, matiza que aunque el calibre "va a ser más pequeño por la falta de lluvias", en principio se está observando "mucha variabilidad" en función de los diferentes tipos de variedades que se recolectan.

La principal cooperativa de la zona, radicada en Bèlgida y formada por socios de la Vall d´Albaida, la Safor y la Ribera, contempla un incremento de la producción de fruta de verano que rondará el 25 % en esta cosecha que acaba de iniciarse, sin llegar -sin embargo- a la cantidad media de kilos que se contabilizaba habitualmente.

Soler recalca que la falta de calibre es un fenómeno que este año "está bastante generalizado en toda España". "Hemos hablado con otros productores en la zona de Murcia que tienen el mismo problema", incide la presidenta de Cofrudeca. Aunque la sequía ha obligado a los labradores a adelantar e incrementar el regadío de sus campos de cultivo, Soler hace hincapié en que a través del riego "nunca se aplica toda el agua que la planta necesita".

"Llevábamos dos o tres años con un 25 % de la capacidad productiva del albaricoque y se estaba planteando que si fallaba un año más la gente empezaría a arrancar los árboles"

Pese a todo, desde la cooperativa ponen el foco en la buena evolución experimentada este año tanto por el melocotón, como por la nectarina y el albaricoque, una circunstancia destacable sobre todo en el caso de esta última fruta, puesto que encadenaba varias campañas desastrosas. "Llevábamos dos o tres años con un 25 % de la capacidad productiva del albaricoque y se estaba planteando que si fallaba un año más la gente empezaría a arrancar los árboles. Este año estamos sobre el 50 % de la capacidad productiva", explica Soler.

Aunque la cosecha de esta variedad que hace años era especialmente exitosa entre los productores de la Vall d'Albaida no deja de situarse a la mitad de lo que se consideraría normal, el aumento de la producción de albaricoques ha generado un cierto alivio en el sector después de dos años sin ofrecer prácticamente nada.

La presidenta de Cofrudeca señala otra variable detectada en esta campaña: "estamos viendo que las variedades más tardías que se recolectan en junio, como en el caso del melocotón, son las que más han fallado en el proceso de cuajado por la falta de horas de frío", apunta.

Respecto al ciruelo, que el año pasado sufrió un desplome de la cantidad de kilos recogidos por su mal rendimiento asociado al clima, también se ha recuperado en este 2024 y se espera una mejoría de la cosecha.

Los precios acompañan

Aunque las previsiones apuntan a un descenso de los precios de la fruta de verano una vez se produzca el pico de producción por el aumento de la oferta, en Cofrudeca confían en que se mantengan más o menos estables como el año pasado, cuando se registró un repunte. "Llevábamos tres o cuatro años en los que los precios eran muy malos. El año pasado fueron un poco mejores y si nos quedáramos igual estaríamos contentos", incide la presidenta. Julia Soler subraya que el incremento de los costes que han sufrido los agricultores "se está viendo repercutiendo en el precio", por lo que hay margen para el beneficio, sostiene.

"Quien tenga agua de riego podrá salvar los árboles y la cosecha, pero con los cultivos de secano no sabemos qué pasara, si cuajarán y cuál será la calidad".

El delegado de La Unió de Llauradors en la Vall d'Albaida, Juan José Climent, coincide en que la previsión de la cosecha en la comarca pinta "muy buen", aunque algunas variedades de ciruelos tardíos "no están cuajando". "De momento parece que este año el frío no ha afectado y la fruta por lo general se ve en buen estado, si bien todavía hay variedades en proceso", apuntaba hace unos días el representante agrario. Para Climent, la principal preocupación en el campo es la sequía. "Quien tenga agua de riego podrá salvar los árboles y la cosecha, pero con los cultivos de secano no sabemos qué pasara, si cuajarán y cuál será la calidad".

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