El actual modelo de financiación cuesta ya 37.000 millones a la C. Valenciana

El sistema cumple 15 años, diez de ellos caducado, dejando a los valencianos a la cola nLa cifra se eleva a 44.000 millones si se contabiliza desde 2002, un sistema que también maltrataba a la autonomía

Protesta contra la infrafinanciación, en 2021.

Protesta contra la infrafinanciación, en 2021. / Eduardo Ripoll

Madrid, 15 de julio de 2009. El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) aprueba un nuevo sistema de financiación autonómica para los siguientes cinco años. La ley prometía aumentar los recursos que el Estado distribuye entre los territorios para sufragar sus servicios públicos (Sanidad, Educación y Servicios Sociales), acabar con los desequilibrios y contemplar la evolución demográfica de cada comunidad, algo que no sucedía con el modelo previo, de 2002. Lejos de esas expectativas, aquel diseño se ha confirmado durante estos 15 años (10 de ellos caducado) como el mayor problema de la Generalitat, pues mide a la baja las necesidades de financiación valencianas.  

Hay otras comunidades maltratadas, pero tras mucho trabajo técnico y político, hoy pocos discuten que desde el inicio de siglo la valenciana ha sido la peor financiada. Esa losa ha estrangulado financieramente a todos los gobiernos que han pasado por el Palau y ha hipotecado a varias generaciones de valencianos por la deuda generada en ese tiempo para mantener los servicios básicos. 

En estos 15 años, la Generalitat ha dejado de ingresar por los errores de cálculo del actual modelo casi 37.000 millones, según datos facilitados por Juan Pérez, investigador en el IVIE, uno de los organismos que ha jugado un papel clave para dar apoyo técnico a las reivindicaciones valencianas. 37.000 millones son casi dos presupuestos anuales de la Generalitat.

Sin embargo, la situación de infrafinanciación no arranca en 2009. El modelo anterior, el de 2002, también profundizaba en la merma de recursos para los valencianos, pero era tiempo de vacas gordas y el agravio pesaba menos. 

En total, entre 2002 y 2022 (último año liquidado), la infrafinanciación valenciana asciende a 44.058 millones. Para entender la magnitud del problema basta una cifra: la infrafinanciación es responsable del 80 % de toda la deuda autonómica, una losa que asciende a 55.033 millones, al cierre de 2022.

¿Qué falló hace 15 años? La teoría, en realidad, era prometedora. El modelo contemplaba un refuerzo de 11.000 millones al sistema. Se garantizaba, a priori, la suficiencia financiera. El aumento de fondos templó los ánimos de las maltratadas, al entender que, aunque por debajo de la media, mejorarían la situación previa. La C. Valenciana se abstuvo por órden de Génova.   

Además, en el prólogo de la ley se aseguraba que todas las autonomías recibirían la misma financiación por habitante ajustado, recuerda Juan Pérez. La teoría, sin embargo, chocó con la realidad. En el primer año con el nuevo modelo, de los 113.000 millones esperados, sólo se liquidaron 93.000: 20.000 millones menos solo el primer año. El hundimiento de la recaudación hacía nacer al modelo con una insuficiencia de base. 

«Ninguno fuimos conscientes de la gravedad de la situación económica. Todo lo negociado quedaba en agua de borrajas. Todos perdimos», recuerda hoy el secretario autonómico de Financiación, Eusebio Monzó, que se estrenó como director general de Economía en aquella negociación.

El modelo anterior

El modelo anterior, el de 2002, era todavía peor. Uno de sus fallos es que no tenía en cuenta la evolución de la población. En aquella década, entre 2002 y 2010, la autonomía pasó de 4 a 5 millones de habitantes. Ese incremento de población a la que se presta servicios no se tenía en cuenta en el modelo. En 2009 se recurrió al modelo de poblacion ajustada, pero con una serie de criterios correctores (superficie, insularidad, dispersión…) que ha consagrado diferencias, como el 30 % más por habitante ajustado que recibe Cantabria respecto a la C. Valenciana. O el 12 % de Asturias, una comunidad similar en renta per cápita, lo que rompe el principio de equidad.

En los últimos años, el Consell pudo elevar el gasto social y converger con la media, pero engrosando su deuda con el estado a través del FLA. Es un doble castigo, ya que esa deuda obliga a pagar intereses (900 millones de carga financiera este año).

Mañana se cumplen 15 años, y el problema sigue ahí. Según el IVIE, el sistema tiene una insuficiencia general que se estima en 115.000 millones, entre 2009 y 2024. «Es un problema para todas las comunidades. Todos tenemos el problema de envejecimiento, más gasto sanitario, en dependencia. La administración central debería hacer una aportación adicional para cubrir las insuficiencias», señala Monzó.

La C. Valenciana, sin embargo, está más preparada para el debate. Ha generado conocimiento (a través del IVIE y de la comisión de expertos) y ha construido unidad política y social. La negociación está bloqueada: no se ha sabido nada desde la propuesta del ministerio en 2021 de reforma; y los choques entre partidos y comunidades imposibilitan el acuerdo. 

Reunión del CPFF este lunes

Sin embargo, la C. Valenciana tiene una propuesta clara. Un fondo de nivelación transitorio que compense a las 4 infrafinanciadas: Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y C. Valenciana. «Es viable, inmediato y no requiere de aprobación del Congreso. Apostamos por ser prácticos», asegura Monzó. La tesis es que solo con más fondos en el sistema y con menos diferencias entre territorios se puede buscar un nuevo modelo en que nadie piense que pierde. Este lunes, en la reunión del CPFF, la Generalitat volverá a insistir en esta vía

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