Mazón: «La estabilidad de la legislatura está garantizada»

El jefe del Consell se muestra dispuesto a agotar el mandato con acuerdos «con todos el mundo» y gobernando «para todos»

Mazón, antes de la reunión de ayer

Mazón, antes de la reunión de ayer / Rober Solsona/EP

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

Carlos Mazón no contempla adelantar elecciones en la Comunitat Valenciana pese a la ruptura del Consell consumada anoche por Vox. Así lo aseguró ayer, todavía sin conocer la decisión de Vox, a su llegada al comité ejecutivo autonómico del PPCV, celebrado en una sede autonómica a rebosar. 

El president y líder del PPCV se mostró dispuesto a agotar la legislatura «en cualquier caso», tratando de relativizar la decisión de Santiago Abascal, y se mostró confiado en poder alcanzar acuerdos «con todo el mundo».

El barón popular señaló que la estabilidad de la legislatura está «garantizada sin ninguna duda» y sacó pecho de la gestión de su Consell hasta el momento, haciendo un recorrido por las polítias implementadas en su primer año de gobierno.

Pero, de forma preventiva, comenzó a marcar cierto perfil propio: «El PP es el partido más importante de la Comunitat Valenciana, ha ganado cuatro elecciones seguidas y gobierna para todos sin excepción. Es un momento de seguir creciendo», apuntó.

Así, aseguró que tiene la «ilusión, la convicción y la obligación» de «seguir liderando el cambio en la Comunitat Valenciana. Y eso va a ocurrir en cualquier caso». Además, subrayó que seguirá «gobernando para todos los valencianos» y «sin dividir ni catalogar por la procedencia o por la lengua que habla», en lo que puede interpretarse como un recado a Vox. El president no quiso abordar posibles recambios a esos consellers de Vox y aseguró que está centrado en la gestión del día a día «y no en sillones».

El cónclave que presidió ayer Mazón, en paralelo a la cita de los de Abascal, fue una ejecutiva ordinaria del PP valenciano fijada «unos días antes» pero adquirió una relevancia especial por la coyuntura en la que se produjo.

Ovación en la reunión

En pleno órdago de Vox, Mazón fue arropado por los suyos. Recibió una sonora ovación cuando llegó a una sede hasta la bandera en la que reinaba un ambiente más festivo que de preocupación. No en vano, es posible que algunos de los presentes en Embajador Vich logren algún cargo tras los huecos que deja ahora Vox.

En todo caso, esa alegría que se respiraba entre los cargos orgánicos del partido contrastaba con los dirigentes de Presidencia, cuyas caras expresaban más tensión que jolgorio. A su salida de la reunión, Mazón ordenó a varios de sus subordinados poner dirección al Palau, desde donde siguió el desenlace del pulso. No hubo reacción posterior del president. Será hoy a las 9.00 horas.

Tensión en Bambú

Según fuentes conocedoras de la ejecutiva de Vox, la tensión de los cargos de Presidencia queda en nada si se compara con lo vivido en Bambú, sede central de Vox. Allí se habrían producido choques de calado entre varios de los representantes de Vox en los gobiernos regionales, que habrían planteado al presidente nacional sus reticencias a la ruptura. 

Según las fuentes, el principal problema sería el económico, ya que la salida de los gobiernos implica también la pérdida de decenas de asesores vinculados a los altos cargos. Los consellers, además, no tienen escaño en Corts, por lo que ahora quedan descabalgados. En la C. Valenciana Vox cuenta con cerca de una veintena de dirigentes entre secretarios autonómicos y directores generales y otros tantos asesores.