Massó fue a la reunión de Vox en Madrid en el coche oficial de las Corts

Llanos Massó fue una de las excepciones del Comité Nacional de Vox del jueves en el que Santiago Abascal reunió a su ejecutiva ya que salió con el mismo cargo institucional con el que entró. La ruptura de los gobiernos autonómicos fraguada en este encuentro y anunciada posteriormente por el líder de Vox no afecta a la presidenta de las Corts como sí lo ha hecho a los vicepresidentes y consejeros de estos ejecutivos porque de haberlo hecho hubiera tenido difícil haber vuelto de la misma manera que fue.

La paradoja Massó, el ariete de los símbolos en las Corts

Según se puede observar en las imágenes a la llegada y salida de la reunión, Massó acudió a la calle Bambú, la sede nacional de la formación de ultraderecha, en un Ford Mondeo azul oscuro, uno de los coches oficiales que la cámara autonómica tiene bajo su uso como renting, según confirman fuentes del parlamento. Según el listado de vehículos oficiales del parlamento autonómico, estos son Ford Mondeo híbridos, como el que se ve en la imagen a las puertas de la sede madrileña.

Además, fuentes de la cámara autonómica confirman que la matrícula que se observa es el usado para los trayectos oficiales de los representantes de la cámara autonómica. Sin embargo, en este caso, Massó acudió a la sede de Vox en la capital de España, a más de 300 kilómetros de València, como dirigente del partido (forma parte del Comité Nacional, la ejecutiva de la formación) y no como presidenta de las Corts.

Su viaje a Madrid en coche oficial, no obstante, se encuentra recogido dentro de las normas reguladoras para el uso del parque móvil de las Corts firmado la legislatura pasada. El presidente de las Corts está enmarcado en el Tipo A de la clasificación de vehículos y que, según señala el texto, "en el caso de la Presidencia, si así lo solicita, se procederá a una asignación individual y permanente, tanto de conductor como de vehículo". Otra cosa, no obstante, es la estética y si es adecuada esta utilización para estos casos.

La polémica con los coches oficiales de las Corts tuvo la legislatura pasada un ejemplo claro con el síndic del PSPV, Manolo Mata, quien acudió a prisión a ver a uno de sus clientes del mundo de la abogacía: el empresario investigado por el caso Azud, Jaime Febrer. Los síndics tienen también derecho a coche aunque no al conductor, al que renunció el socialista (lo hace una persona del partido) porque quería utilizarlo para situaciones más allá de la representatividad parlamentaria.

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