La mano derecha de Mazón en el PP será el portavoz en las Corts

Juanfran Pérez Llorca asumirá las riendas del grupo y desplegará su capacidad de pactos para dar vida a la legislatura

El nuevo síndic se estrena mirando a los "tres partidos de la oposición" para llegar a acuerdos

El nuevo síndic del PP, Juanfran Pérez Llorca, interviene ante la prensa.

El nuevo síndic del PP, Juanfran Pérez Llorca, interviene ante la prensa. / M.A. Montesinos

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

"Si hacéis una quiniela, acertaréis", ha dicho Carlos Mazón durante su comparecencia sobre el nombre del nuevo síndic del PPCV tras la designación de Miguel Barrachina como conseller. "Será un síndic perfecto", ha añadido, en masculino, por si hubiera alguna duda. Porque si se va el síndic, lo habitual suele ser el ascenso del adjunto, en este caso, Juanfran Pérez Llorca, quien no solo era el número dos del grupo, sino que es la mano derecha de Mazón en el partido como secretario general y ahora nuevo síndic.

El cambio no es ninguna sorpresa, algo admitido incluso por él mismo en su estreno ante los medios. "Era lo lógico", ha indicado este viernes. El ascenso dentro de las lógicas jerárquicas sí que supone una diferencia notable en las formas respecto a su antecesor. Llorca no ha sido un habitual de las intervenciones públicas ni de los debates parlamentarios, donde más brillaba Barrachina, sino que se ha caracterizado por su capacidad negociadora entre bambalinas, de solucionar problemas en las sombras, tratando de pasar desapercibido.

Su perfil destaca por ser una persona calmada, considerada del ala moderada y valencianohablante. Alcalde de Finestrat con una de las principales mayorías de toda la Comunitat Valenciana (ganó el pasado 28 de mayo con el 70 % de los apoyos), Llorca verá aumentado su poder dentro del partido al sumar las responsabilidades de síndic de los 'populares' en las Corts las que ya ostentaba como secretario general.

Si se trata de hacer de la necesidad virtud, la reestructuración del Consell y del propio grupo parlamentario servirá para explorar la nueva situación de minoría en la que se encuentra el ahora único partido gobernante. Frente al perfil duro de Barrachina, que servía para blindar a la coalición ante los ataques de la izquierda, Llorca destaca por su mano izquierda, más necesaria que nunca para lograr pactos que puedan dar vida a una legislatura que con solo un año de vida ya está amenazada.

"Mirar a los tres partidos"

"Vamos a mirar a los tres partidos de la oposición", ha indicado ya poniéndose en el papel de sastre tejedor de acuerdos. Eso sí, ha señalado la ventaja que tiene Vox como socio por haber sido ya un partido que ha sido "capaz de dejar a un lado las diferencias para mejorar la Comunitat Valenciana" en este año en el que ha formado parte del Consell y que es una actitud que espera que se mantenga pese a que ya no formen parte de él. Además, ha enviado un mensaje a la oposición al asegurar que se les cae "la careta" a PSPV y Compromís al no estar ya Vox en el Consell. "Si quieren apostar por seguir mejorando la Comunitat Valenciana ahora tienen la oportunidad", ha indicado.

Llorca se pondrá a los mandos de las negociaciones parlamentarias donde se devuelve el foco de la actividad política. Ya tiene experiencia tratando con la izquierda: suyas fueron las primeras intententonas con el PSPV y Compromís para desbloquear los órganos estatutarios, intento infructuoso que ahora deberá retomar, pero que tuvo éxitos en otros menesteres como la negociación con los valencianistas para que formaran parte de la Mesa, quitándole un puesto a los socialistas, o siendo parte fundamental en las negociaciones con Ens Uneix para que hoy Vicent Mompó sea presidente de la Diputación de Valencia. A esos dotes se encomienda ahora Mazón en las Corts.