La muerte de José Félix Cirujeda, un vecino de Cullera de 91 años, podía haber pasado inadvertida. Una supuesta muerte natural más de una persona de edad avanzada con múltiples patologías que fallece sola en casa y de cuyo fallecimiento da parte su cuidadora. No obstante, la denuncia de un familiar del fallecido y meses de investigación de la Guardia Civil han destapado que tras esta muerte se esconde una trama presuntamente organizada por un párroco y la mujer a la que el cura de la parroquia San Antonio Abad de Cullera buscó para que cuidara al nonagenario. Ambos han declarado esta mañana ante el Juzgado de Instrucción número uno de Sueca investigados inicialmente por los delitos de extorsión y homicidio por comisión por omisión, sin descartar que los cargos sean constitutivos de un delito de asesinato dada la vulnerabilidad de la víctima, como así sostiene la acusación particular.

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