El gobierno de Alzira se enfrenta a la paradoja de Popper: tolerarlo absolutamente todo pone en riesgo la misma tolerancia sobre la que se cimenta la sociedad. Por ello, el ejecutivo local se ha plantado ante el discurso incendiario que utiliza el concejal de Vox Ricardo Belda tanto en el pleno como en la radio municipal, espacios en los que "ha insultado a familiares de compañeros de corporación o a funcionarios, que en la práctica implica atacar al ayuntamiento y la ciudadanía".