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Ana Obregón, de nuevo con el corazón roto

La presentadora y actriz es uno de los personajes más conocidos del mundo del corazón en España

Ana Obregón, de nuevo con el corazón rotoLevante-EMV

Ana Obregón ha vuelto a vivir con alegría pero también con amargura uno de esos momentos que regala la vida: un evento que debería estar repleto de felicidad y que, aún siendo así, siempre guarda para ella un regusto amargo que despierta toda su emoción.

Así lo ha confesado ella misma en sus redes sociales, revelando que lo que semejaba un día radiante, en su interior no lo fue tanto. De hecho, asegura que sus sentimientos la desbordaron una vez más.

Ana Obregón, de boda

La ocasión para esta nueva espina que se ha clavado en el corazón de Ana Obregón fue un momento de gozo y regocijo: la boda de uno de sus sobrinos. Sin embargo, para ella, pese a tratarse de un acto repleto de felicidad, no deja de provocarle sentimientos encontrados debido a la muerte de su hijo Aless, de la que se acaban de cumplir ya cuatro años.

Esta vez el feliz novio era Juancho, hijo de Juancho García Obregón, hermano mayor de la actriz y presentadora. El joven se casó con su prometida, Cristina Gutiérrez, en una romántica ceremonia que tuvo lugar en la Basílica de Santa María la Real, en Covadonga (Asturias), de donde es natural la novia.

Ana Obregón co sus hermanas y su sobrina, en la boda de su sobrino Juancho, en Asturias.

Ana Obregón acudió al enlace sola, puesto que, al igual que hizo en la boda de su sobrino Javier García Obregón, celebrada hace mes y medio, prefirió que su nieta, la pequeña Ana, se quedase en Madrid. "Se ha quedado en casa porque son 24 horas nada más y, claro, para un bebé... La estoy echando de menos demasiado", explicó la presentadora en la puerta del templo.

Para la ocasión, Ana Obregón vistió un traje rojo fuego de Alejandro de Miguel con un original tocado. Todo el look era del mismo tono, zapatos y bolso incluidos, y en el cuello su eterno colgante con el nombre de Aless.

Más tarde, tras la boda, la presentadora y actriz subió algunas imágenes del día a su perfil de redes sociales y ahí fue donde reveló que el día había generado en ella sentimientos encontrados y amargos pese a toda la felicidad que le había brindado a ella y al resto de su familia.

Fue con un emotivo recuerdo a su hijo Aless, por todo lo que ella había imaginado y ya nunca podrá ser. "La emoción siempre me supera -confesaba Ana Obregón- porque había soñado tantas veces con llevar a mi hijo al altar y verle feliz..."

Después de la ceremonia religiosa en la basílica de Covadonga, los recién casados y sus invitados compartieron un gran banquete en el Parador de Cangas de Onís, al que los novios llegaron en un flamante Rolls-Royce de época. La fiesta se alargó y el novio, sobrino de Ana Obregón, actuó de dj pinchando alguno de los temas que sonaron.

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