Por qué el azúcar no es tan malo como te habían contado

No todos los azúcares son igual de malos, pero consumir grandes cantidades de azúcares añadidos puede tener efectos negativos para la salud. Los azúcares naturales presentes en frutas, verduras y lácteos, por ejemplo, vienen acompañados de nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales y fibra, lo que los hace parte de una dieta equilibrada. Sin embargo, los azúcares añadidos en alimentos procesados, bebidas azucaradas y dulces no proporcionan ningún beneficio nutricional y pueden contribuir al aumento de peso, problemas dentales, y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Por lo tanto, es importante consumir azúcares con moderación y priorizar fuentes naturales cuando sea posible.

No todos los azúcares son igual de malos

El azúcar que viene libre se refiere al azúcar añadido a los alimentos durante su procesamiento o preparación, como el azúcar refinado, jarabe de maíz de alta fructosa y otros edulcorantes añadidos a productos como bebidas azucaradas, dulces, galletas, pasteles, etc. Estos azúcares añadidos proporcionan energía pero generalmente carecen de otros nutrientes importantes y pueden contribuir al consumo excesivo de calorías y problemas de salud si se consumen en exceso.

Por otro lado, el azúcar intrínseco se encuentra de forma natural en los alimentos, como las frutas, las verduras y los productos lácteos. Estos azúcares están naturalmente presentes dentro de la estructura celular de los alimentos y, a diferencia del azúcar añadido, vienen acompañados de otros nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales, fibra y proteínas. Consumir azúcares intrínsecos como parte de alimentos enteros es preferible porque proporciona nutrientes adicionales y generalmente es parte de una dieta más saludable y equilibrada.

La cantidad máxima recomendada de azúcar

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares libres no supere el 10% de la ingesta calórica total diaria. Además, sugiere que reducir la ingesta de azúcares libres al 5% de la ingesta calórica total proporcionaría beneficios adicionales para la salud.

Para una dieta de 2000 calorías al día, esto equivale a un máximo de aproximadamente 50 gramos de azúcares libres al día, lo que equivale a alrededor de 12 cucharaditas de azúcar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta cantidad incluye tanto el azúcar añadido como el azúcar natural presente en alimentos como frutas, verduras y lácteos. Por lo tanto, es mejor priorizar fuentes de azúcares naturales y limitar el consumo de alimentos y bebidas con azúcares añadidos.