Portazo al macrohotel de la calle Guatla: PP, PSOE y Compromís acuerdan suspender la licencia

El proyecto para demoler una antigua fábrica y levantar 575 habitaciones se queda fuera de ordenación; en su lugar se habilitarán nuevas dotaciones públicas para la Saïdia

Las naves industriales previstas para derribo por la promotora del macrohotel

Las naves industriales previstas para derribo por la promotora del macrohotel / L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

La Comisión de Urbanismo ha aprobado la suspensión de las licencias urbanísticas en el entorno de la calle Guala en el barrio de Saïdia. A partir de aquí, el ayuntamiento iniciará la redacción de los documentos para la modificación puntual del Plan de Ordenación Urbanística y descartará definitivamente el proyecto de hotel-residencia de estudiantes con 575 habitaciones. A cambio se implantarán las dotaciones municipales reclamadas por los vecinos.

“Este equipo de gobierno", ha señalado el concejal de Urbanismo, Juan Giner, "asumió desde un primer momento las demandas de los vecinos de Saïdia para implantar nuevas dotaciones municipales en el barrio. Ahora damos un paso muy importante el suspender cualquier licencia urbanística en el entorno de la calle Guala de forma que se inicien los trabajos para la modificación puntual del Plan General, posibilitando la implantación en la misma de aquellas dotaciones públicas necesitadas en el barrio”.

Compa-venta o expropiación

El proyecto de macrohotel llevaba años sobrevolando el barrio. La promotora pretendía derribar las antiguas naves industriales (Fabrica de Hilados Pilar Casanova) para levantar en su lugar el negocio turístico. Sin embargo, en 2022, la entonces concejala de Urbanismo, la socialista Sandra Gómez, denegó el permiso de derribo alineándose con su socio de gobierno y el PP, que también rechazaba el uso terciario, para dar cumplimiento al mandato vecinal: el barrio pedía más dotaciones y menos turismo, algo en lo que insisten desde entonces.

El promotor del hotel-residencia es el fondo Inversiones Gran Valencia (IGV) y en su día ya inició las demoliciones en el perímetro de la fábrica. Pero la posibilidad de destinar la dotación pública la fábrica, cuyo suelo está calificado como residencial compatible con hotelero, obligará al ayuntamiento a acudir a una expropiación del inmueble en caso de no llegar a un acuerdo de compra-venta con la propiedad.

Una preocupación vecinal

Lo cual no ha sido obice para que el actual ejecutivo siga la senda de los últimos años: “Hoy hemos adoptado una decisión muy esperada por los vecinos", ha continuado Juan Giner. "Con ellos, tanto la alcaldesa de Valencia, Mª José Catalá, como el equipo de Urbanismo, nos hemos reunido regularmente durante estos meses para avanzar en los temas que más afectan a la Saïdia. Las naves están en el centro de sus preocupaciones”, ha dicho el titular de Urbanismo.

La única nota discordante en la votación de la comisión ha sido Vox, que se ha abstenido. Es la segunda vez que se separa de su socio de gobierno por cuestiones no tan ideológicas como de gestión municipal, pues Badenas había defendido antes una moción para romper con el Valencia CF que tanto PP como Compromís y PSOE han bloqueado votando en su contra.

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