Intervención en Quatre Carreres para dignificar los asentamientos

El asentamiento de la Gallineta es el segundo con más población censada en Quatre Carreres. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

El asentamiento de la Gallineta es el segundo con más población censada en Quatre Carreres. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El centro de Servicios Sociales de Quatre Carreres cuenta con un equipo especializado en asentamientos. Son cuatro profesionales de los 30 empleados en este recurso municipal. Jamás ha existido un equipo parecido en València, y tiene sentido que la iniciativa nazca en el distrito sur porque es esta la zona con más chabolas de la capital del Turia.

Según el censo de vivienda precaria del Ayuntamiento de Valencia, actualizado a junio de 2024, Quatre Carreres tiene 14 asentamientos en los que se distribuyen un total de 360 personas, 138 de ellas menores de edad. Se entienden por asentamientos aquellos núcleos formados por más de dos familias y su tipología es extraordinariamente diversa.

Normalmente se asientan en solares asfaltados o terrenos agrícolas. Aunque son volátiles, el citado centro de servicios sociales tiene identificadas infraviviendas en la calle Pepita Serrador, camí dels Catarros, camino Pou de Aparisi, la Gallineta, Pedrós I, Pedrós II, Font d’En Corts, calle del Pare Presentat, Camino Escuela de Malilla, camino viejo de Malilla o Torreta de Malilla, entre otros.

Los más grandes son los de Pedrós y la Gallineta, donde mayoritariamente convive población rumana originaria de un mismo cantón. Son agrupaciones endogámicas con dos apellidos familiares predominantes, los Binca en Pedrós y los Taranu en la Gallineta. Es un tipo de chabolismo cronificado con tres generaciones de moradores.

Ambos puntos pueden considerarse poblados, pero también hay asentamientos menos consolidados, organizados en torno a una casa de huerta que funciona como núcleo vertebrador y una serie de infraviviendas dispersas a su alrededor. La población aquí es más oscilante, con nacionalidades repartidas —también hay nacidos en València— y menor capacidad para enraizarse.

Este caudal de información procede de una misma fuente: el equipo especialista de Quatre Carreres. Uno de los grandes progresos de esta unidad de intervención consiste precisamente en haber mapificado y perfilado a las personas censadas, detectando a los referentes comunitarios de cada asentamiento para establecer un diálogo directo y fluido que permite trabajar más fácilmente en su integración.

El proyecto piloto de Servicios Sociales para evitar la cronificación en asentamientos también puede contar entre sus logros el afianzamiento de una red multidisciplinar —integrada por colegios, centros de salud, policía— que trabaja con los núcleos chabolistas en las diferentes patas de la inclusión municipal: desde la dependencia a los derechos de la infancia pasando por la tramitación de la Renta Valenciana de Inclusión.

Pero toda esa capacidad de acción no despista de la población diana: los menores. Un elemento completamente nuevo. Antes apenas se veían niños en los asentamientos, ahora existen algunos como el de Pare Presentat donde la cantidad de pequeños es cuanto menos «trágica», en palabras de una oenegé volcada en su ayuda.

«Tenemos que trabajar con las generaciones venideras. Que los menores vivan mejor de lo que están viviendo. Al final uno de los principales objetivos es cortar la transmisión generacional de la pobreza», inciden en el equipo de Quatre Carreres, que en materia de infancia y adolescencia trabaja, entre otras cosas, para combatir el absentismo y proporcionar a los chavales de los asentamientos otras realidades ajenas a su día a día. «Van a los centros de atención diurna, a los campamentos de verano, un niño incluso está yendo a natación. Los sacamos de su contexto para que tengan acceso al resto de servicios municipales», cuentan.

A través del trabajo integral con un colectivo que habitualmente ha estado fuera del radar de las instituciones se consigue también una llamada al autocuidado. Los propios beneficiarios de los Servicios Sociales aceptan salir de su aislamiento y entrar en el sistema del que han estado recelando durante años, cuando no décadas. Una vez conocen los recursos de protección social, acuden a ellos sin prejuicio.

«Ahora la mayoría de comunicaciones que se realizan surgen de ellos. Estamos muy orgullosos», afirman en Quatre Carreres. «Y el hecho de estar pendientes de este colectivo como nunca se había estado nos permite detectar situaciones y atajarlas. Por ejemplo, si un niño deja de ir una semana al colegio el propio centro nos notifica, cosa que antes quizás se pasaba más por alto», explican.

Lógicamente, el resultado de este trabajo puede no ser todo lo satisfactorio que uno desearía. Los especialistas en asentamientos lidian con problemas enquistados, enseñanzas tóxicas, aislamientos autoinducidos y estigmas marcados a fuego. Es complejísimo empoderar a un niño que llega a clase oliendo a la hoguera de anoche y termina excluido por algunos compañeros.

Pero es lo suficientemente satisfactorio como para exportar el ‘plan Quatre Carreres’ al resto de distritos de la ciudad y abordar la integración de manera global. Tras la fase de ejecución y evaluación, el equipo de la concejala Marta Torrado (PP) prevé trasladar el proyecto piloto al resto de distritos de València en 2025. Para ello no requiere ampliar presupuesto, solo reorganizar los distintos centros municipales de Servicios Sociales.

Y aunque la posibilidad de acabar con la cronificación de la pobreza extrema por la vía del realojo no está sobre la mesa —suena utópica—, una antigua vecina del asentamiento de Gallineta acaba de recibir las llaves de una vivienda municipal. «Son un caso de libro. Unos padres poco colaboradores con tres menores sin apenas adhesión al colegio, con dificultad idiomática. Gracias a la intervención social se ha conseguido que ellos mismos adquieran responsabilidades, se comprometan con sus obligaciones y peleen por sus derechos hasta el punto de conseguir la vivienda. Son un espejo en el que se puede mirar la gente del asentamiento», cierran en Quatre Carreres. n

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