València catalogará la arquitectura de los últimos dos siglos

Se incluirán los edificios del Movimiento Moderno y también iconos actuales como el Veles e Vents de Chipperfield

Edificio de la Confederación Hidrográfica del Jucar, de Colomina, adscrito al Movimiento Moderno, en la avenida de Blasco Ibáñez

Edificio de la Confederación Hidrográfica del Jucar, de Colomina, adscrito al Movimiento Moderno, en la avenida de Blasco Ibáñez / GERMAN CABALLERO

El Ayuntamiento de València ampliará la protección patrimonial a la arquitectura de los últimos dos siglos. La junta de gobierno ha aprobado esta semana encargar a la empresa municipal Aumsa la elaboración del Catálogo del Movimiento Moderno de Valencia para dar respuesta a la necesidad de extender la protección patrimonial a las manifestaciones arquitectónicas más recientes de la ciudad y preservarla de "eventuales alteraciones".

"Hay edificios del siglo XX que definen nuestra ciudad, que se han convertido en verdaderos símbolos que debemos proteger”, destaca el concejal de Urbanismo, Juan Giner. Aumsa, en colaboración con el Colegio Territorial de Arquitectos de València, entre otros organismos, se encargará de realizar las actuaciones para proteger la arquitectura Moderna de la ciudad, un legado en el que se incluyen las facultades de Psicología, Geografía e Historia y Fisolofía de la avenida de Blasco Ibáñez, obra de Fernando Moreno Barberá, que fueron protegidas en 2021 o el edificio de la Confederación Hidrográfica del Júcar, de Miguel Colomina, en la misma avenida pero sin protección patrimonial.

El Veles e Vents

El Veles e Vents / German Caballero

El Movimiento Moderno se define por una profunda renovación de la arquitectura, aportando nuevas técnicas constructivas y explorando las posibilidad que ofrecen materiales como el hormigón armado, el acero laminado o el vidrio plano de grandes dimensiones. Se trata de edificaciones abiertas con nuevas tipologías de viviendas que favorecen la generación de espacios libres.

Se trata de proteger, afirma Giner, las "manifestaciones arquitectónicas más recientes que se han convertido en símbolos e iconos representativos de Valencia". Esta iniciativa nace de una propuesta que el PP impulsó hace tres años, cuando planteó en la Comisión de Urbanismo realizar un análisis de todas aquellas construcciones del siglo XX y XXI que identifica y distinguen a València. Los derribos en la facultad de Agronomos para la ampliación del Hospital Clínico por parte de la Conselleria de Sanidad en la pasada legislatura, muy criticados por el Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, pusieron el foco sobre la necesidad de proteger este legado arquitectónico de los años 50, 60 y 70 menos conocido para muchos y apreciado que el de épocas anteriores.

La catalogación que ahora impulsa el ayuntamiento irá, sin embargo, más allá del denominado Movimiento Moderno e incluirá toda la arquitectura del siglo XX y XXI. En la actualidad, apunta Giner, hay edificios como la Casa Judía, de Joan Guardiola; el antiguo Cine Capitol, de Joaquín Riera; la sede del Banco de Valencia, de Javier Goerlich; la Caja de Ahorros y Monte de Piedad en Russafa y Obispo Amigó, de Antonio Gómez Davó, la Finca de Hierro, de Vicente Figuerola; el Espai Verd, de Antonio Cortés; el Palacio de Congresos, de Norman Foster; el Muvim, de Guillermo Vázquez Consuegra; o el Edificio Veles Vents, de David Chipperfield, entre otros, que no forman parte del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, al no estar catalogados como Bienes de Interés Cultural o como Bien de Relevancia Local.

La Finca de Hierro

La Finca de Hierro / F.BUSTAMANTE

“Valencia ya no se entiende sin estos edificios que han ido configurando nuestra personalidad, nuestra identidad y debemos poner todos los medios para evitar que alguna de estas creaciones arquitectónicas desaparezcan como desgraciadamente ha ocurrido en otras ciudades por la falta de previsión”, ha continuado Juan Giner.

Hay que recordar que la última revisión integral del Catálogo Estructural de Bienes y Espacios protegidos de Valencia se realizó en 2015. Desde entonces, se ha ampliado puntualmente con la incorporación de nuevos bienes o tras la aprobación de planes especiales como el de Ciutat Vella. Pero con esta iniciativa se pretende agilizar la protección y separarla de los tiempos y las tramitaciones que conllevan el desarrollo de los planes especiales o de las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.