El Sindicato de Vivienda okupa una finca vacía en Torrefiel y choca con vecinos

Los activistas por la vivienda entregan el bloque a siete familias vulnerables con problemas para encontrar "un techo digno"

En la zona molesta la segunda okupación de esta finca: algunos residentes han lanzado huevos y han arrancado las pancartas

Bengalas para inaugurar la okupación de la finca en Torrefiel

Bengalas para inaugurar la okupación de la finca en Torrefiel / L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

El Sindicato de Vivienda de València "presentó" el pasado 29 un bloque de viviendas en el número 6 de la calle Berni i Català, en el barrio de Torrefiel. En el edificio, okupado desde hace meses, viven siete familias sin recursos y la acción ha sido explicada desde el propio sindicato como “una respuesta directa a la expulsión sistemática de familias de clase trabajadora del barrio”. 

El colectivo hizo pública la okupación con una jornada de protesta festiva contra la turistificación, a la que acudieron decenas de militantes. La fiesta incluyó comida, bebida y música, y concluyó con bengalas de colores y el despliegue de una pancarta para señalar que se había “liberado” un nuevo bloque, en el argot utilizado por un sindicato que actúa en diferentes barrios siempre en defensa del derecho a la vivienda de quienes no pueden permitírsela en el contexto actual. 

“El acto denuncia la constante pasividad de las instituciones frente a la situación inmobiliaria y la priorización de la especulación. Una realidad que no es nueva en València y que causa violencias como la gentrificación de los barrios, la subida sistemática del coste de vida y el desplazamiento de las vecinas y vecinos, los cuales son expulsados en tal de hacer negocio para unos pocos”, ha señalado el sindicato en un comunicado. 

Diez días después de la okupación, alertada por los vecinos, la Policía Local accedió al edificio con una orden de los juzgados e identificó a las personas que viven en el edificio, sin que en ningún momento intentaran su desalojo. Según explican las mismas fuentes las siete familias alojadas responden a perfiles vulnerables, en su mayoría con menores que hasta ahora se encontraban en albergues y que le es imposible acceder a una vivienda si no es de esta forma. 

Segunda okupación

El bloque de la calle Berni i Català estuvo okupado años desde 2012 y generó malestar en el vecindario. Después ha estado vacío. Los activistas creen que pertenece a una constructora en quiebra, aunque un vecino les dijo que acaba de adquirir el bloque aunque el movimiento no aparece en el registro de la propiedad. En todo caso, la okupación de hace una década –con la que ellos no tienen relación– ha vuelto a despertar viejos fantasmas de quienes viven cerca: algunos residentes han lanzado huevos a los okupas, les han grabado y han arrancado las pancartas que anunciaban la acción. 

En el sindicato aseguran que allí donde okupan buscan la convivencia con el vecindario, con el único “objetivo de vivir en paz y bajo un techo digno, sin juergas ni peleas”, insisten. “Hubo una fiesta de inauguración, solo eso. Lo que estamos haciendo ahora es vivir allí y poco a poco mejorar las instalaciones del edificio. Entendemos que el vecindario esté inquieto y preocupado, pero nosotros estamos abiertos a hablar y explicar cuál es nuestra intención”, señalan. "De hecho, otros vecinos se acercaron con curiosidad y les explicamos quiénes éramos y porque estábamos ocupando este espacio, y entendieron perfectamente nuestra acción".

Preguntados por el caso, en la asociación vecinal de Torrefiel aseguran que no les ha llegado ninguna queja de esta finca concreta y añaden que apenas reciben alertas por okupaciones de viviendas, sin embargo, sí les están llegando muchas protestas vecinales por la proliferación de bajos turísticos en un barrio que hasta ahora parecía mantenerse al margen de la tendencia. "Casi todas las quejas son de gente diciendo que les están poniendo un bajo en su finca, veremos cómo cambia la normativa estatal esta situación", reflexionan las mismas fuentes.