Nace la Carta Verde València apoyada por un lobbie de ciudades rumanas, españolas y suecas

El documento incluye 12 ejes programáticos para luchar contra el cambio climático y reclama cambios profundos en el reparto de fondos europeos, la agilización de los contratos y el nivel de implicación de la CE

La capital valenciana abandera una alianza de capitales por el clima que exigen una mayor autonomía financiera y política frente a España y los otros estados miembros

Tras la firma de la Carta Verde, las autoridades han unido sus manos.

Tras la firma de la Carta Verde, las autoridades han unido sus manos. / José Manuel López

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

La Carta Verde València ya es una realidad. Este documento emanado de la Semana de las Ciudades Europeas por el Clima, que se celebra en el Palau de la Música, ha sido apoyado desde ya por las ciudades españolas, rumanas y suecas que pertenecen a la Misión de las Ciudades 2030, una red que después del verano agrupará a 112 capitales del Viejo Continente comprometidas en reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y sustituir la huella de carbono por toda clase de iniciativas que garanticen la neutralidad climática en el horizonte de 2030. Sin embargo, esta carta es un documento abierto, que irá cosechando nuevas adhesiones en el marco de la Capitalidad Verde Europea 2024 y que consta de 12 grandes ejes programáticos. La filosofía que emana del documento es que ha nacido una alianza, un lobbie en el sentido positivo del término, formado por estas ciudades de la misión climática 2030 que están reclamando más poder y más financiación dentro de la Comisión Europea, y en este caso, al margen del Estado Español.

Las ciudades que han suscrito la Carta Verde València

Las ciudades suecas que han suscrito la Carta Verde de València son Gotemburgo, Gevalia, Helsingborg, Lund, Malmoe, Estocolmo y Umeå, en cooperación con la red Ciudades Viables, la plataforma nacional Cities Mission de Suecia. En cuanto a las españolas, la respaldan y apoyan los ayuntamientos de València, Madrid, Barcelona, Sevilla, Valladolid, Vitoria-Gasteiz, y Zaragoza, en colaboración con citiES2030, la plataforma nacional de Cities Mission en España.

El acto protocolario de la firma de la Carta Verde de València ha tenido lugar en el marco de la VLC Cities Climate Week, un triple foro por la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, que impulsa la Comisión Europea en la capital valenciana. Junto a la alcaldesa de València María José Catalá que ha ejercido de anfitriona, ha estado el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea Patrick Child, y los alcaldes de Valladolid (Jesús Julio Carnero), Madrid (José Luis Martínez-Almeida); y las alcaldesas de Vitoria-Gasteiz (Maider Etxebarría) y de Zaragoza (Natalia Chueca).Estas autoridades municipales han firmado la carta con su puño y letra, y el resto de municipios se han sumado al acuerdo.

Instante en que las alcaldesas de València y Zaragoza firman la Carta Verde.

Instante en que las alcaldesas de València y Zaragoza firman la Carta Verde. / José Manuel López

Estos son los 12 ejes básicos de la Carta Verde València

La Carta Verde Valencia detalla 12 puntos para seguir avanzando en la Misión de las Ciudades de 2023: Liderazgo y compromiso político en la CE; Marco financiero plurianual estratégico para la Misión hasta 2030; Financiación privada; Recursos humanos dedicados a la Misión; Transición justa; Integración entre mitigación y adaptación; Herramientas de conocimiento y código abierto; Supervisión, indicadores de seguimiento de la misión; Cambios normativos y agilización administrativa; Ruptura de silos. Colaboración interadministrativa; Asociaciones para la misión; y Misión como paso previo al ámbito 3.

Estos doce ejes programáticos obedecen a una estrategia impulsada desde esta cumbre climática de València por este grupo de ciudades de la Misión 2030 firmantes del documento respecto a sus relaciones con la propia Comisión Europea. Una nueva estrategia avalada por Catalá, Almeida y el resto de alcaldes y alcaldesas españoles citados. Esta alianza de ciudades marca distancias desde un punto de vista político e institucional con el resto de municipios y capitales incluidos en el seno de la Unión Europea, que no están en la red de Missions 2030.

Tras las negociaciones desarrolladas en la capital valenciana y de forma previa al foro de València, ha quedado claro que se está moviendo algo en el seno de estas ciudades de la Misión 2030. Se ha formado ya de hecho esta alianza, este lobbie en el sentido positivo del término, por parte de estas capitales rumanas, españolas y suecas. Sus representantes municipales han incluido en la Carta Verde Valencia la reivindicación de que se abra una línea de financiación específica, plurianual y estratégica que vaya directamente a estas ciudades europeas y que no dependa de la pública concurrencia con otras capitales de la UE y supeditado al sistema actual de captación de Fondos Europeos. Es el denominado "Fondo de la Misión" que se ha incluido en esta carta de València. Este fondo además no pasaría por el filtro de cada uno de los estados miembros, en nuestro caso España, sino que recaería directamente sobre las ciudades, en este caso, València, Madrid, Barcelona, Sevilla, Vitoria, Valladolid y Zaragoza.

Más poder político y cambios para agilizar los contratos

Al mismo tiempo, los firmantes de la carta han exigido "mejorar la coordinación" de las diferentes áreas sectoriales de la Comisión Europea, al tiempo que han solicitado "un claro impulso al más alto nivel" y "elevar el compromiso político en el grupo multidepartamental", en este máximo órgano ejecutivo de la UE. No hay que olvidar que la CE, en la práctica, es el gobierno de la Unión Europea, donde se toman las grandes decisiones como la distribución y el reparto de fondos, así como los cambios en materia legislativa que permiten avanzar en la cooperación entre los países y en la sostenibilidad.

En el punto 9 de la declaración de València, el de los cambios normativos y la agilización administrativa, que deberían acometerse en la compleja burocracia europea; se propone que "los contratos con impacto en la Misión Clima pudieran tramitarse por la vía de emergencia, y que la descarbonización de la ciudad pudiera declararse como servicio público". "Esto agilizaría y facilitaría la promoción de proyectos de alto impacto para la Misión", señalan los redactores del documento.

En el punto 10, se aboga por implantar una visión metropolitana, supramunicipal, para darle soluciones a los problemas. "La realidad de las ciudades es, en gran parte, metropolitana, y las soluciones que se implementen para la Misión deben asumir esta perspectiva", afirma este principio programático.

En los puntos 5 y 6, se defiende que la transición energética hacia esta neutralidad climática tiene que ser justa, con perspectiva de género y para proteger a los sectores sociales más vulnerables. Pero además, se entiende que la mitigación y la adaptación a los efectos negativos del cambio climático comporta planificar y hacer "ciudades mejores". Porque la Misión 2030 significa cambiar el modelo de ciudad. "La Misión no es sólo una iniciativa sobre reducción de emisiones, sino que afecta esencialmente al modelo de ciudad que queremos: una ciudad donde la gente viva mejor y más sana", figura en la Carta Verde València.