El jefe de Bomberos de València: “Cada víctima que no pudimos salvar viaja con nosotros”

Enrique Chisbert evoca la tragedia de Campanar en un emotivo discurso durante el Día del Patrón de los Bomberos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

“No somos héroes”. Enrique Chisbert ha pronunciado esta mañana su discurso más complicado. Delante de casi 200 compañeros, al borde de la lágrima, el jefe de Bomberos del Ayuntamiento de València ha repetido una de las máximas del cuerpo: “No somos héroes ni queremos serlo”. Una afirmación que podría pecar de falsa modestia en un colectivo distinto, pero no entre bomberos expuestos a la muerte sin mayor gloria que el éxito de su misión: salvar otras vidas a cambio. 

Chisbert hablaba, obviamente, de la tragedia de Campanar. Su intervención durante el Día del Patrón de los Bomberos comenzó con un desglose de los avances logrados y las mejoras por abordar en el cuerpo que comanda. Pero enseguida se fue al 22 de febrero y el incendio más devastador declarado en la ciudad de València. “La tipología y magnitud del incendio puso en altísimo riesgo la vida de muchas personas intervinientes y causó diez víctimas mortales y la triste pérdida de numerosos animales”, comenzó lamentando. 

El jefe de Bomberos rememoró la fatalidad. Según explicó, el fuego se extendió por la envolvente del edificio de manera extremadamente rápida y convirtió los núcleos de escaleras en un auténtico infierno poniendo en jaque a los primeros intervinientes, que precisaron ayuda del resto de parques de la ciudad. Se solidarizaron todos los compañeros. Unos acudieron directos a las llamas. Otros atendieron las emergencias de otros puntos de la ciudad. Diez días antes se había sofocado uno de los peores incendios registrados en el parque natural de la Devesa, pero esto era otra cosa. Activado el nivel dos del plan territorial de emergencia se fueron incorporando los bomberos del consorcio provincial, servicios sanitarios, protección civil, Cruz Roja, etc. 

“Duras jornadas precedieron a la extinción del incendio, en la que se tuvo que evaluar la seguridad de la estructura, la localización de las víctimas y la recuperación de pertenencias. Hemos recibido el cariño y el abrazo de la totalidad de las instituciones y de centenares de personas que de forma anónima han querido estar a nuestro lado. Nos comprometemos a buscar la ocasión propicia para devolverles el cariño que nos han dado”, anunció Chisbert.  

Uno de los bomberos con 1.000 servicios en los últimos diez años abraza a su padre

Uno de los bomberos con 1.000 servicios en los últimos diez años abraza a su padre / Germán Caballero

Pero ahora llega el momento de la recuperación, continuó el jefe de Bomberos, de ayudar a todo el personal para su pronta recuperación física y emocional. “También llegará el momento para analizar y obtener lecciones aprendidas para nuestros compañeros. Pero ante todo, este es el momento de los familiares de las víctimas y de los afectados por la tragedia. De decirles que hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano. Ahora y siempre estaremos aunque las circunstancias vengan mal dadas. Expondremos nuestra integridad mientras haya esperanzas de salvar una sola vida”, manifestó. 

125 milisegundos

Tras dirigirse a las familias de las víctimas y a los valencianos en general, Chisbert también quiso tener unas palabras para sus compañeros. Los bomberos no son héroes, insistió, pero sí hubo comportamientos heroicos el 22 de febrero. Algunos profesionales aún anónimos –por propia voluntad– se deshicieron del instinto de supervivencia y lo entregaron todo al rescate. 

“Dicen que todos los estímulos que entran a través de nuestros sentidos llegan a 125 milisegundos al cerebro reptiliano que controla el comportamiento instintivo para sobrevivir. 125 milisegundos para decidir entre uno mismo y el otro. Hubo compañeros que, aun conociendo la gravedad de la situación, sopesaron la prácticamente nula probabilidad de realizar un rescate y la altísima de morir en el intento, y aun así apostaron por la vida del otro. No existe mayor grado de generosidad”, reconoció Chisbert. 

Generosidad, humildad y dolor. Porque la tragedia ha dejado poso. “Cada víctima que no pudimos salvar en cada siniestro desde que comenzamos en esta profesión viaja con nosotros el resto de nuestra existencia. Esa es la parte más triste de nuestro trabajo”, expresó el jefe de Bomberos en un discurso transcrito casi íntegramente por su valor sentimental. También lo fue el broche dirigido a los compañeros. “Aunque nos podamos sentir como Oskar Schindler en la escena final de ‘La lista de Schindler’, vosotros habéis convertido 125 milisegundos en generaciones enteras que vivirán por lo que habéis hecho. No sois bomberos cualesquiera, sois leyenda”. 

Catalá: “Cada euro que invertimos en los Bomberos tiene un retorno incalculable”

El Ayuntamiento comenzará en las próximas semanas el procedimiento para la licitación del nuevo edificio de dirección del cuerpo municipal de Bomberos, que se levantará en el parque central que tiene en la avenida de la Plata. Se trata de un proyecto con una inversión de 12 millones de euros, que permitirá disponer de nuevas dependencias donde situar a todo el personal administrativo y de gestión del servicio.

La alcaldesa, María José Catalá, ha visitado hoy el parque central de bomberos con motivo de la jornada de celebración del Día de los Bomberos, que coincide con la festividad de San Juan de Dios. Según la alcaldesa, “cada euro que invertimos en los Bomberos tiene un retorno incalculable”. 

En el acto, en el que también han estado presentes el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias de la Generalitat, Javier Montero, además de responsables del cuerpo de Bomberos y de la Policía Local y concejales de la Corporación, la alcaldesa ha asegurado que “hoy es vuestro día grande, el Día de los Bomberos, pero sois vosotros los que hacéis grande a València”. 

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