Vuelve el "bou embolat" a Carpesa: "La libertad embiste de nuevo en València"

El presidente de la Federació de Bous al Carrer carga contra Compromís por la "censura cultural" impuesta en las pedanías de la ciudad

Germán Zaragozá celebra la vuelta del toro embolado esta noche y señala que los propios alcaldes pedáneos de la formación valencianista lo pedían

Foto de las fiestas de "bou embolat" celebradas en Castelló.

Foto de las fiestas de "bou embolat" celebradas en Castelló. / Gabriel Utiel

JM Vigara

"La libertad embiste de nuevo en València". Con esta frase lapidaria ha celebrado Germán Zaragozá,  presidente de la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana, la vuelta de los festejos de "bou embolat" a la ciudad de València, en concreto a la pedanía de Carpesa, esta noche, a partir de las 23,30 horas. "Siete años -explica Zaragozá- han tardado las pedanías en volver a la libertad cultural tras la prohibición de la fiesta que más personas atrae a nuestros pueblos". Estas solicitudes para celebrar toros embolados, relata Zaragozá, eran denegadas por el anterior gobierno de Joan Ribó, que los prohibió en junio de 2016, por entender que constuyen una forma de maltrato e incluso de tortura animal.

Sin embargo, afirma el presidente de las peñas taurinas, "casi todas las voces de las pedanías (incluidos alcaldes pedáneos de Compromís) pedían a gritos al consistorio -que los autorizase- desde 2016, donde por imposición dictatorial y sin escuchar al pueblo, se negaba el acceso a la cultura de aquellos que veían como cada año que pasaba sin celebrar el ``bou embolat´´ las fiestas de su pueblo perdían su esencia". No en vano, apunta esta fuente, "bien es conocido por todos los habitantes de las pedanías, el toro embolado era el plato fuerte de las fiestas de Carpesa, Benifaraig, Massarrojos, Benimàmet y Borbotó".

Miembros de la peña de Carpesa embolan un toro, en una foto de archivo.

Miembros de la peña de Carpesa embolan un toro, en una foto de archivo. / R. L. V.

La prohibión era una forma de "censura cultural"

A juicio de Zaragozá, "una censura cultural castigaba a las pedanías de València, generando un agravio comparativo respecto a sus localidades vecinas". "Nadie entendía -subraya- cómo se prohibía una modalidad legal y regulada en el decreto 31/2015 de la Generalitat, y a 500 metros se autorizaba por el mismo partido (Compromís) en Bonrepós i Mirambell". Esto ha provocado "una hipocresía política de la cual solo se podía deducir un abanderamiento del antitaurinismo que ni en el propio Compromís podía sostener donde en decenas las localidades del mismo partido opresor autorizaba y sigue autorizando festejos con toros embolados", recuerda.

Por todo ello, termina el representante de los aficionados taurinos, "este sábado Carpesa volverá a ser el epicentro del ``bou al carrer´´, la población resurgirá de sus cenizas y volverá a encender una llama que nunca debió apagarse, porque los políticos deben aprender que por aquí están de paso y los aficionados, la cultura y las tradiciones estaremos siempre". "¡Qué viva la libertad!", concluye.