Ya hay trazado, a falta del visto bueno definitivo del Ayuntamiento de València, para la nueva línea tranviaria L11 que conectará el centro de la ciudad con la Marina de València, el Cabanyal-Canyamelar y los nuevos desarrollos urbanísticos del Grao y Camino Hondo. Los trenes compartirán el trazado de la L10 hasta la calle Menorca y desde allí por Serrería enlazarán con la avenida del Puerto hasta llegar el frente marítimo, discurriendo por J.J. Dómine hasta el Cabanyal (plaza de la Semana Santa Marinera, antes de la Armada Española), desde donde volverán al centro, en un trazado circular, por las calles Juan Verdeguer y Menorca. 

Finalmente, se ha optado por esta opción del trazado circular en vez de la doble plataforma por la avenida del Puerto, barajada ante las complicaciones que presentaba el trazado inicial por Juan Verdeguer al no dar la anchura suficiente, por un motivo de "seguridad" de la circulación. "Se trata de evitar que los trenes circulen en sentido contrario al tráfico" evitando distracciones y posibles accidentes. Así lo ha explicado esta mañana la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), Anaïs Menguzzato, durante el viaje organizado para medios de comunicación organizado por la Conselleria de Territorio de forma previa a la puesta en servicio de la L10 prevista para el próximo 16 de mayo. 

La L10 conectará el centro de la ciudad con la Ciudad de la Justicia en 11 minutos (en el trayecto corto) y con Natzaret (en el trayecto largo) en 16 minutos. Los trenes de la nueva línea, que se distinguen por su color rojo, llevan meses circulando en pruebas. La línea, para la que se calculan 3,5 millones de usuarios, tendrá una frecuencia "bastante alta", en concreto, hasta la Ciudad de la Justicia habrá trenes cada 7,5 minutos los días laborables, mientras que hasta Natzaret pasarán cada 15 minutos. La frecuencia subirá hasta 10 y 20 minutos en los trayectos corto y largo los sábados, domingos y festivos. Los vecinos de Natzaret y de los nuevos barrios de Moreras podrán llegar al centro en 16 minutos por 0,80 céntimos con la tarjeta SUMA o 1,50 con el billete ordinario. Este tramo de la antigua T2, que quedó paralizada por la crisis en 2011, añade cinco kilómetros de extensión a la red de Metrovalencia y ha costado 50 millones de euros.

La puesta en servicio de la L10 representa un avance en la vertebración de la ciudad y en la movilidad urbana en la cual "llevábamos mucho retraso", ha explicado esta mañana el conseller de Territorio, Arcadi España. "Estamos resolviendo asignaturas pendientes, entre ellas, la tarjeta única SUMA que en otras ciudades llevan años en marcha". La red de Metrovalencia se ampliará y modernizará así con tres nuevas líneas (L10, L11 y L12, esta última para dar servicio a la nueva Fe de Malilla) y dos enlaces peatonales para interconectar las estaciones. Las obras del cañón peatonal que unirá la estación de la calle Alicante con la de Xàtiva, con un presupuesto de 16,5 millones de euros, arrancarán el próximo mes de junio, con un plazo de ejecución de 20 meses. Por otro lado, el pasaje peatonal que permitirá el transbordo desde la estación de Bailén hasta la de Alicante está ya finalizado y se abrirá próximo 16 de mayo.

El nuevo plan de movilidad metropolitana prevé, además, desdoblar el túnel del metro entre la Alameda y la calle Xàtiva, que representa un cuello de botella. Una infraestructura que irá acompañada de la construcción de una nueva estación en el centro, en el entorno de la plaza del Ayuntamiento y el Mercado Central.

Sobre la prolongación de la línea 10 hasta la Marina de València y el Cabanyal, la conselleria y FGV aseguran tener muy avanzado el proyecto. El trazado de la prolongación discurrirá finalmente el histórico puente de Astilleros y se descarta la posibilidad de construir un nuevo puente para evitar la sobrecarga de esta infraestructura protegida.

Bombas de achique a pleno rendimiento

En la visita de hoy, con la lluvia cayendo desde primera hora de la mañana, se han puesto a prueba los sistemas de drenaje de pluviales de la nueva línea, que cuenta con cinco bombas de achique en cada una de sus ocho estaciones: tres subterráneas (Alicante, Russafa y Amado Granell-Montolivet) y cinco en superficie (Quatre Carreres, Ciudad de las Artes y las Ciencias, Oceanogràfic, Moreras y Natzaret). La plataforma del tranvía hasta Natzaret cubierta con césped artificial, que hoy presentaba pequeños charcos, cuenta también con pozos de drenaje a lo largo de todo el recorrido, con una fuerte pendiente en el tramo que salva las vías del ferrocarril en la llegada a Natzaret. La única incidencia en el recorrido de hoy ha sido el bloqueo de la puerta de acceso al vagón en el que viajaban el conseller Arcadi España y la gerente de FGV, Anaïs Menguzzato, que ha tenido que ser accionada manualmente por el maquinista.