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Entre acequias

El último molinero de Poble Nou

El molino de Poble Nou, catalogado como Bien de Relevancia Local, todavía conserva la parte subterránea del sistema hidráulico

El último molinero de Poble Nou

En medio de la fértil huerta del llano de San Bernardo, junto al camino de Montcada a su paso por el antiguo caserío de Poble Nou „hoy pedanía de Valencia„ permanece en pie en relativo buen estado un edificio de paredes encaladas conocido como el molino dels Alters. Construido sobre la acequia de Petra, uno de los brazos de la acequia de Mestalla, la tipología de este molino responde al modelo de arquitectura rural del siglo XIX , si bien hay quien mantiene que los orígenes del molino se remontan a época romana. Así lo asegura José Gaudisa, representante de la cuarta y última generación de molineros que desde finales del siglo XIX trabajó y vivió en este molino hidráulico, posiblemente el único de una amplia red de molinos repartidos por pueblos de toda l´Horta, como Borbotó yBurjassot donde se molía el cereal, fundamentalmente trigo y maiz, para proporcionar sustento a las familias y al ganado.

El molino y la huerta que lo rodeaba formaba parte, junto con la alquería del Pi del señorío de Vicente Castillo, marqués de Valldaura. Fueron los descendientes de esta familia quienes vendieron hace 18 años el molino a un particular de Valencia por 83.000 euros. Posteriormente, concretamente en 2006, el molino fue catalogado como Bien de Relevancia Local desde como consecuencia de la declaración como Bien de Interés Cultural y, posteriormente, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco del Tribunal de las Aguas. En la actualidad, el edificio, está deshabitado y se usa como almacén.

Hace más de veinte años que la familia de José Gaudisa se marchó del molino. Ninguno de los hijos del último molinero estaba interesado en seguir con la actividad del molino. «Cuando los labradores dejaron de cultivar trigo y amasar pan porque lo compraban» la actividad del molino decayó, explica José Gaudisa, quien intentó reconvertir el molino y orientarlo hacia otros productos, pero finalmente desistió y se centró en la agricultura.

José Gaudisa explica que tanto el como sus hijos nacieron en el molino-vivienda y le causa cierta tristeza ver el edificio cerrado y deteriorándose poco a poco. Un proceso que sigue de cerca porque tras la venta del molino compró un piso justo enfrente, donde aún vive.

Gaudisa explica que la muela del molino y los «rodets» se accionaban embalsando el agua de la acequia, lo que en ocasiones provocaba tensiones con los agricultores por lo que al final la familia optó por poner un motor eléctrico. El molino, cuenta Gaudisa, tenía dos piedras. Una francesa para el trigo y otra catalana para el los piensos. Durante la Guerra Civil, «los nacionales» les confiscaron las piedras del molino porque querían que toda la producción estuviera en las fábricas. Más tarde las piedras se vendieron para construir una fuente en Viveros, concretamente, la ubicada junto a la rosaleda.

Según el catalógo de bienes protegidos de naturales rural del Ayuntamiento de Valencia, elaborado por el arquitecto y experto en arquitectura rural Miguel del Rey, el molino dels Alters de Poble Nou conserva la disposición interior de las dependencias del antiguo molino, si bien ya no existe la maquinaria tradicional. También conserva la parte subterránea del circuito hidráulico del molino aunque hace ya muchos años que ya no funciona como tal.

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