La minifalda: a los 60, más viva que nunca

La modista Mary Quant la subió por primera vez a la pasarela el 10 de julio de 1964, aunque el diseñador André Courrèges peleó por ser reconocido como su autor. Hoy sigue causando furor en desfiles y la calle

La reina Letizia, Whitney Houston y Victoria Beckam.

La reina Letizia, Whitney Houston y Victoria Beckam. / Levante-EMV

Inmaculada Tapia

A sus 60 años, la minifalda es un clásico de la moda que las firmas actualizan un vez tras otra. La diseñadora Mary Quant la subió por primera vez a la pasarela el 10 de julio de 1964, y lo que para muchos fue una creación escandalosa a la que auguraban un futuro efímero, se equivocaron.

Sesenta años después, la minifalda está más viva que nunca como demuestran las últimas colecciones de Miu Miu, Gucci, Prada, Loewe o Stella McCartney, hasta un clásico como Chanel hace tiempo que sucumbió a su influjo.

Mary Quant siempre se quitó mérito y decía que fueron las chicas de King’s Road —la calle en la que abrió su tienda, Baaar- quienes inventaron la mini. «Estaba haciendo ropa que te permitiera correr y bailar. La hacíamos del largo que la cliente quería», contó la diseñadora en una entrevista en 1967.

Aunque es a Quant a quien siempre se le atribuye la prenda, lo cierto es que el diseñador André Courrèges peleó por ser reconocido como su autor. En ese momento de efervescencia creativa, donde en la música de los Beatles o los Rolling Stones marcaban el paso hacia sonidos diferentes, la mujer buscaba liberarse a través de su vestuario.

La diseñadora Teresa Helbig es una de las apasionadas de la minifalda, un corte que nunca falta en sus colecciones. «A mi me encanta, es un símbolo de juventud, de fuerza, de garra», explica, aunque reconoce que la moda es cíclica y hay momentos en los que está más en auge que en otros. La actriz y cantante Twiggy construyó con su rebeldía el icono perfecto de la generación de los 60, de una manera de vestir y maquillarse.

Pero no fue la única, mitos de la belleza y la sensualidad, con una imagen en el polo opuesto de la modelo británica, como Raquel Welch o Brigitte Bardot fueron excelentes defensoras de la nueva propuesta, a la que también se apuntaron Françoise Hardy o Jane Fonda. Tina Turner nunca abandonó esta prenda con la que solía presumir de sus fibrosas piernas dentro y fuera del escenario, siempre sobre unos generosos tacones. Con un estilo underground, Madonna en los ochenta las combinaba con medias con bordados.

«Llevar ahora una minifalda significa diversidad —asevera Helbig—. Todas las mujeres deberían llevar minifalda cuando les apetezca. Creo que, una mujer cuando lleva una minifalda se siente muy a gusto consigo misma», indica, mostrando uno de sus últimos diseños de novia, extremadamente mini, lo que muchos denominarían un cinturón ancho.

Bodas, también con minifalda

Una opción que no dudó en utilizar la actriz Sharon Tate, en 1967, cuando se casó con Roman Polanski. Dos años después, Yoko Ono eligió el mismo corte en su falda en su boda con John Lennon; y Givenchy también creó para Audrey Hepburn, un vestido rosa con falda mini para su enlace con Andrea Dotti.

En 2019, Carlota Casiraghi lució una creación minifaldera de Anthony Vaccarello para Yves Saint Laurent, durante el enlace civil con Dimitri Rassam. Tanto Kate Middleton como la reina Letizia las usan en sus actos oficiales.

En su etapa en las Spice Girls, eran habituales en el vestuario de Victoria Beckham en todos los colores y formas: en vestidos de leopardo lenceros, en psicodélicos palabra de honor o simplemente, una falda corta combinada con el top de un bikini. También el clásico little black dress. La modelo Kendall Jenner, la cantante Taylor Swift, Hailey Bieber también lucen minifaldas.