Bruno, el musical valenciano que busca conquistar los premios MAX

La obra de Víctor Lucas y Mamen Mengó sobre el «bullying» y otras cinco candidaturas valencianas compiten el próximo 1 de julio en los Premios MAX, que se celebran en Tenerife 

Una escena de "Bruno, el musical que lo cambió todo".

Una escena de "Bruno, el musical que lo cambió todo". / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Cuando Víctor Lucas y Mamen Mengó idearon «Bruno, el musical que lo cambió todo» pensaban que las representaciones sólo durarían dos meses. Sin embargo, su éxito se alargó durante dos temporadas. Además, y gracias a esta historia, llegaron al corazón de miles de jóvenes. Tras ese primer éxito, ahora compiten por el premio a Mejor espectáculo musical o lírico en los 27 º Premios Max, que se celebran el próximo 1 de julio en el Auditorio de Tenerife. 

Durante tres años el equipo trabajó en la idea de este musical, que pretende abordar los casos de «bullying» de una manera completa e integral para comprender cuáles son los motivos que se esconden detrás del acosador y las consecuencias que tiene para la víctima. «Estuvimos consultando con psicólogos y expertos para abordar la situación de la manera más fiel posible», señala el director Víctor Lucas. Concretamente, este musical cuenta la historia de Bruno, que, a pesar de ser un alumno ejemplar que vive en un hogar perfecto y estudia en el mejor instituto, se siente inseguro por la situación que vive en el centro escolar. 

«Nos dimos cuenta que hay una larga historia detrás de cada caso. Por un parte, los centros suelen ocultarlo por la mala reputación que genera, el agresor suele vivir en un entorno complicado que le lleva a realizar estos actos y, por su parte, las propias familias desconocen qué sucede con su hijo», señala. 

Por eso, Off Compañía decidió apostar por esta temática a través de un musical. «Al ser adolescentes, creemos que la música es importante, ya que es una franja de edad que no acude al teatro si no es para ver este tipo de representaciones», reivindica Lucas. En este sentido, la música juega un papel fundamental y se integra en la propia historia. 

Tal ha sido «la revolución» de este espectáculo, que los propios alumnos eran los que pedían a sus profesores acudir a ver la obra. «Hemos llegado a tener listas de espera», recuerda. La mayoría de las representaciones iban acompañadas de un coloquio, en el que el alumnado se abría y mostraba su experiencia. «Había jóvenes que levantaban la mano y nos contaban que habían sufrido acoso. En otras ocasiones, los profesores nos decían que descubrían cómo actuar gracias a la obra», reivindica Lucas. 

A ese primer éxito, se ha sumado ahora la nominación a los MAX, que es, en sus palabras, «la máxima aspiración que se puede tener en las artes escénicas». 

Sin embargo, la obra no sólo aborda la situación de acoso, sino que se centra en el día a día del protagonista. «Una persona que sufre ‘bullying’ también tiene una vida detrás, por lo que intentamos mostrar esas otras facetas», afirma. El teatro se encuentra entre ellas. En palabras del creador, «es un refugio para personas incomprendidas». 

Tras abrir una primera puerta al público valenciano, el equipo explora llevar la historia a otros teatros de España. «Estamos explorando con algunos teatros públicos de Madrid porque necesitamos que Bruno salga, lo vea más gente y se produzca la revolución», concluye.

Otras nominaciones

Sin embargo, esta no es la única nominación valenciana a los MAX. La coreógrafa Paula Serrano, con la obra «En la oscuridad todo se mueve» opta a Mejor espectáculo de danza y Mejor coreografía; Christine Cloux, con «Corps seul», como Mejor espectáculo de danza y Mejor intérprete femenina, y Mingo Albir, en Mejor diseño de iluminación.