Arqueología / Antropología

Descubierto el ritual más antiguo del mundo, transmitido durante 500 generaciones

Se practicaban ceremonias para la curación de enfermos utilizando accesorios de madera: algunas de las prácticas aún se realizan entre los descendientes de los antiguos pueblos indígenas en Australia

Las excavaciones en la cueva australiana revelaron artefactos de madera que datan de hace unos 11.000 a 12.000 años y que representarían la evidencia arqueológica más antigua del mundo de un ritual documentado etnográficamente, según Bruno David, científico de la Universidad Monash (izquierda).

Las excavaciones en la cueva australiana revelaron artefactos de madera que datan de hace unos 11.000 a 12.000 años y que representarían la evidencia arqueológica más antigua del mundo de un ritual documentado etnográficamente, según Bruno David, científico de la Universidad Monash (izquierda). / Crédito: Universidad Monash.

Pablo Javier Piacente

Un ritual ancestral en una cueva de Australia podría ser el más antiguo del mundo: practicado durante 500 generaciones por indígenas australianos, se desarrolla sin interrupciones desde hace 12.000 años hasta la actualidad, aunque fue documentado inicialmente en el siglo XIX. Identificado a partir de restos de viejas fogatas, los científicos creen que podría ser la tradición cultural más antigua y continuada en el tiempo que se ha desarrollado en el planeta.

Un trabajo conjunto entre la Corporación Aborigen de Tierras y Aguas de GunaiKurnai (GLaWAC) y los investigadores de la Universidad de Monash, en Australia, hizo posible el hallazgo de evidencias de rituales que datan de hace 500 generaciones: de acuerdo a un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature Human Behaviour, las viejas prácticas revelan conocimientos profundos sobre el rico patrimonio de los GunaiKurnai, una nación aborigen australiana que es una de las culturas vivas más antiguas del mundo.

Según una nota de prensa, las excavaciones arqueológicas en el país oceánico dejaron ver dos pequeñas chimeneas en una cueva, cada una de ellas con un único palo en forma de U incrustado en su interior. La chimenea superior tenía el tamaño de la palma de una mano humana, con un tallo de casuarina quemado entre las cenizas. La segunda chimenea, enterrada a mayor profundidad, también contenía un único tallo de casuarina, que es un género de arbustos y árboles perennes.

Detalles del ritual

En función de los análisis químicos realizados, los científicos liderados por el especialista Bruno David comprobaron que ambos palos habían sido untados con grasa animal o humana, y que datan de hace entre 11.000 y 12.000 años, en un período histórico caracterizado por el final de la Última Edad de Hielo.

Como la etnografía del siglo XIX proporcionó descripciones detalladas de estas chimeneas, arrojando luz sobre su propósito, hoy podemos saber que el ritual consistía en atar algo perteneciente a la persona enferma al extremo de un palo, untado con grasa humana o de canguro. Posteriormente, el palo se clavaba en el suelo de forma oblicua, antes de encender un fuego por debajo.

En ese momento, una especie de sacerdote o figura religiosa para los pueblos indígenas australianos cantaba el nombre de la persona enferma: cuando el palo caía, el hechizo estaba completo. Vale destacar que el palo estaba confeccionado de madera de casuarina y que este tipo de prácticas todavía existe entre los descendientes de estos antiguos pueblos.

La tradición cultural más antigua

“La conexión de estos hallazgos arqueológicos con las prácticas recientes de estos pueblos demuestra 12.000 años de transferencia de conocimiento. En ningún otro lugar de la Tierra se ha encontrado evidencia arqueológica de una práctica cultural específica de este tipo, que se haya rastreado tan atrás en el tiempo”, indicó David en el comunicado.

Aunque el ritual ya no se lleva adelante hoy en día con las mismas características en forma masiva, porque el conocimiento tradicional se interrumpió cuando los colonos europeos llegaron a la región en la década de 1860, los descendientes de los pueblos indígenas, que en su momento fueron expulsados del territorio australiano, siguen manteniendo la práctica en círculos sociales muy específicos.

"Es posible en teoría que el ritual se detuviera y luego comenzara de nuevo en algunos ciclos, pero si ese fuera el caso su conocimiento cultural aún tendría que haber sido transmitido de generación en generación durante ese tiempo intermedio. Llegamos a esta conclusión porque el individuo y la combinación de los múltiples detalles que componen la instalación ritual son demasiado inusuales para ser recreados de la nada con esta combinación precisa que hemos podido verificar", dijo David a Newsweek.

Referencia

Archaeological evidence of an ethnographically documented Australian Aboriginal ritual dated to the last ice age. Bruno David et al. Nature Human Behaviour (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41562-024-01912-w