"Rita era todo bondad y alegría hasta que se casó. Estaba pasando un infierno"

Los amigos se han mostrado dispuestos a colaborar económicamente en los gastos de incineración y repatriación de la víctima del crimen machista ocurrido el pasado fin de semana en Alicante

Rita, en una foto cedida por sus amigas

Rita, en una foto cedida por sus amigas / LEVANTE-EMV

Amigas y amigos de Margarita Volkova, a la que llamaban Rita, se han mostrado dispuestos a colaborar económicamente en los gastos de incineración y repatriación de la víctima del crimen machista ocurrido el pasado fin de semana en Alicante, el último de los 26 registrados este año en España y el quinto en la C. Valenciana, y si es necesario recaudarán fondos entre los conocidos para sufragar los costes de esas honras fúnebres. Asimismo, han criticado la actitud de la familia del asesino de Rita, que enterró el pasado martes a Tomás R. P. y se ha desentendido totalmente de su esposa y víctima, de 36 años y nacionalidad rusa.

Además de esta ayuda para la incineración y repatriación, dos amigas de Rita, Paula y Laura, han organizado una misa funeral para este jueves a las 19.00 horas en la iglesia de San Pedro en la playa de San Juan. Las amigas quieren limpiar su nombre y que tenga el respeto que merece tras ser brutalmente asesinada. «Es injusto lo que se dice de ella. Es todo mentira», afirma Laura, en referencia a las declaraciones de una amiga del asesino machista la cual afirmó que le llamó el día antes del crimen y que él la calificó como el «demonio» mientras mantenían una disputa conyugal.

Todo lo contrario, a tenor de las afirmaciones de un amigo íntimo de la pareja. Este hombre estuvo las pasadas fiestas de Hogueras en casa de Tomás R. P. y Rita en el Raval Roig y afirma que le dijo que «estaba pasando un infierno con su madre».

Una hermana de Rita está intentando viajar a Alicante desde Rusia, pero aún tardará varios días en llegar dadas las conexiones aéreas actuales, dificultadas por el conflicto bélico. Su intención es estar el lunes en Alicante y celebrar un funeral por Margarita.

Según las amigas que han organizado la misa de despedida a la víctima del crimen machista, Rita vino a España con 17 o 18 años -ahora tenía 36- y en marzo del pasado año se casó con Tomás R. P. tras una relación sentimental de diez años. La pareja se conoció en una tienda de moda de Alicante y, aunque ella dejó luego de trabajar, ahora estaba ilusionada con un curso que estaba realizando de patronaje, corte y confección de moda. «Quería montar su propio negocio con un amigo y diseñar ropa», explica Laura.

La amiga señala que Rita «era todo bondad hasta que se casó, que cambió y salía menos con nuestro grupo». El aislamiento de la víctima es una de las constantes que se repiten en todos los casos de violencia de género, y se va haciendo cada vez más profundo con el paso del tiempo, hasta conseguir cortar todos los lazos de la mujer con sus familiares, sus allegados o cualquiera que suponga un obstáculo en el control total del agresor.

Según Laura, Rita era «muy alegre, agradable y con ganas de vivir». Coincidió hace más de un mes con ella y estaba con la alegría de ser madre, una ilusión frustrada para siempre por su verdugo. 

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