La víctima del secuestro: Quemado con las brasas de una ‘torrà’ e intentaron cortarle un dedo con unas tenazas

La víctima del secuestro por el que fueron detenidas cinco personas, entre ellas Joaquín Martins –nombre que utiliza ahora Mauri, uno de los hermanos pequeños de Antonio Anglés–, relató ayer con pelos y señales ante la jueza de Instrucción número dos de Picassent las presuntas torturas que sufrió durante las horas en las que estuvo retenido en una nave de Catarroja en noviembre de 2021. Quemaduras en la espalda con las brasas de una ‘torrà’ que se acababan de comer sus captores, latigazos con una correa de perro y pinchazos en la pierna con una navaja. Además de los golpes le amenazaron con cortarle un dedo con unas tenazas.

El agredido, de 42 años, confiesa que pensó que lo iban a matar y atribuye la exigencia de dinero por parte de sus agresores a la venta de una planta baja en Albal. Asimismo, explica que había tenido problemas con la familia «Anglés» un mes antes por dos terrenos en Alcàsser que tenía en común con su expareja, actual novia de otro hermano de Antonio Anglés.

La titular del Juzgado de Instrucción número dos de Picassent acordó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza, de cuatro de los cinco arrestados por secuestrar y torturar a esta persona, a quien todos los acusados calificaron de «narcotraficante», aunque éste esgrime que se dedica a la compraventa de pisos. Entre los encarcelados está Joaquín Martins, hermano de Anglés, tal y como adelantó ayer Levante-EMV en su edición digital.

El hermano del autor material, junto a Miguel Ricart, de los asesinatos de las niñas de Alcàsser - Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez – se acogió a su derecho a solo responder a las preguntas de su letrado, Juan Carlos Navarro. En su declaración negó haber participado en modo alguno en los hechos denunciados por la víctima e insistió en que se siente marcado por el apellido Anglés. «Hagan justicia, mi apellido me persigue».

Los encapuchados le abordaron en dos vehículos simulando ser guardias civiles y lo sacaron a golpes

Antes de las declaraciones de los cinco detenidos, uno de los cuales quedó en libertad al no estar acreditada su participación, la jueza tomó declaración a la víctima del secuestro, quien ratificó los hechos denunciados en su día, cuando fue localizado desnudo y maniatado con bridas en una cuneta de una carretera de Paiporta.

Los hechos ocurrieron el 29 de noviembre de 2021, cuando dos furgonetas le cortaron el paso en Montserrat cuando regresaba a su vivienda. Unas siete personas encapuchadas y armadas, que simularon ser guardias civiles, lo sacaron a golpes de su vehículo y lo introdujeron en una de las furgonetas. Posteriormente trasladaron a la víctima a una nave, donde lo tuvieron retenido durante varias horas mientras le golpeaban, exigiéndole una gran suma de dinero. De los 200.000 euros iniciales rebajaron sus pretensiones, hasta los 50.000 euros.

La víctima recuerda que entre sus captores escuchó una voz de mujer. Finalmente fue abandonado en una cuneta de Paiporta desnudo y maniatado. Previamente lo rociaron con un extintor para eliminar posibles huellas.