El presunto capo de la mafia rusa afincado en El Campello desde 1996, Vitali Izgilov, ha salido esta semana de prisión tras pagar una fianza de 400.000 euros, según confirmaron fuentes próximas al caso. Izgilov estaba encarcelado desde que fue detenido en junio de 2008 por asociación ilícita y blanqueo de capitales en la llamada "operación Troika" realizada por la Policía Nacional y coordinada por el juez Garzón y la Fiscalía Anticorrupción.

Una veintena de personas fueron detenidas en la provincia alicantina, Baleares y la Costa del Sol y días antes de la liberación de Izgilov otros tres presuntos jefes de la mafia rusa en España, entre ellos Gennadios Petrov, acusado de dirigir la banda rusa Tambovskaya-Malyshevskaya, fueron liberados por la Sección Cuarta de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

La fianza de Petrov fue de 600.000 mil euros, mientras que al presunto "número dos" de la mafia, Alexander Malyshev, se le fijó una fianza de 500.000 euros y a Alexander Khristoforov de 300.000 euros. Tras la postura de la Sección Cuarta, que consideró que el riesgo de fuga ha disminuido, el juez Baltasar Garzón acordó la libertad bajo fianza de 400.000 euros en contra del criterio de la Fiscalía.

Antes de su detención en la operación Troika, Izgilov ya había sido apresado en 2005 en otra de las grandes operaciones contra la mafia rusa en España, la Avispa. Cinco años después aún no ha sido juzgado por ninguno de los dos casos, aunque parece que la instrucción judicial culminará antes del próximo verano y que las dos causas abiertas a Izgilov podrían unificarse y se sometería a un solo juicio en la Audiencia Nacional.

Tras abandonar el centro penitenciario donde estaba recluido Izgilov, de 51 años, ha regresado a su mansión de lujo al borde de un acantilado en el Pueblo Español de El Campello, donde reside con su esposa e hijos.

Cuando fue arrestado en 2008 la Policía le intervino cinco coches de lujo valorados en 600.000 euros, vehículos que intentará recuperar como ya hizo cuando fue apresado en la operación de 2005.

Entre los mafiosos es conocido por el apodo de "La Fiera" y está considerado un "ladrón en ley". Las Fuerzas de Seguridad lo califican de violento y peligroso. De hecho, en una de las intervenciones telefónicas realizadas durante la investigación, Izgilov recibió una llamada en la que le comunicaban la aparición de "un trozo de carne envuelto" en un mantel de uno de sus restaurantes en Rusia. Los investigadores no escapan tampoco a las amenazas de este presunto capo, que nunca ha admitido su relación con la mafia y siempre ha mantenido que vive de sus negocios "legales" en Rusia.