José J. Baldoví Jachán: «Comunicar ciencia es fundamental porque la sociedad es contribuyente»

Jachán es uno de los nuevos miembros de la Academia Joven de España y defiende el papel de los jóvenes como «estímulo» dentro del campo de la investigación

JJ Bladoví.

JJ Bladoví. / Levante-EMV

El investigador José Jaime Baldoví Jachán (Xàtiva, 1986) es uno de los nuevos académicos de la Academia Joven de España, un comité internacional que abarca distintas áreas de conocimiento, en un abanico que va desde las ciencias exactas hasta las humanidades, con paridad absoluta y representación geográfica. La entidad se fundó en 2019 para promover la ciencia como opción profesional entre la juventud, y la investigación y la innovación como motores de desarrollo.

Baldoví —investigador distinguido del Plan Gen-T y director del grupo 2D Smart Materials en el Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universitat de València— es uno de los dos nuevos científicos que han accedido a la academia, junto a cuatro investigadoras, de entre un total de 142 candidaturas.

Para el científico, la noticia que se dio a conocer a final de junio, fue «toda una sorpresa y un gran estímulo para seguir con nuestro trabajo, la Academia representa la ciencia desde muchos puntos de vista, con académicos de diferentes ámbitos, y tengo ganas de contribuir a sus fines y proyectos, porque comparto sus valores», apunta. Sobre qué labor realizará, explica la importancia de comunicar. «Hay diferentes grupos de trabajo, pero en mi caso me interesa mucho la divulgación de la ciencia, además de contribuir al fomento de carreras de investigadores y jóvenes científicos y científicas», añade.

«Comunicar ciencia es fundamental, porque la sociedad es contribuyente. La medicina, las nuevas tecnologías, la economía… todo está relacionado y directamente influenciado por la ciencia y eso es muy importante que la sociedad lo vea y lo apoye y para eso, los científicos debemos hacer el esfuerzo de difundirla de la forma más accesible al público. La ciencia es central y afecta a muchos ámbitos de la vida», incide.

Sobre el papel de la juventud en la ciencia, Baldoví apunta que es vital. «Los jóvenes somos un estímulo para los que ya están y también estimulamos a las nuevas generaciones para que hagan ciencia, es un trabajo social muy importante, y que personas de aquí podamos llegar a lo más alto», dice quien ya es un referente para los futuros científicos.

Baldoví es investigador distinguido GenT, volvió del extranjero con un plan del Botànic para revertir la fuga de cerebros. Dice que pudo regresar de Hamburgo (Alemania), «con condiciones sin precedentes». Ahora colabora en tareas docentes y como investigador del departamento de Química y Física de la UV, y defiende que su doble perfil le permite «transmitir pasión» en la docencia.

En su grupo, supervisa en la actualidad a un postdoctorado Marie Sklodowska-Curie, dos investigadores postdoctorales, cinco tesis doctorales y dos estudiantes de grado. Ha publicado más de 65 artículos en revistas internacionales, un capítulo de libro y tres artículos de divulgación científica, además de haber impartido 30 conferencias invitado en congresos internacionales y ocho en seminarios. 

Magnónica e información

Su investigación se centra en el desarrollo de marcos teóricos y computacionales para el diseño químico de dispositivos inteligentes moleculares y bidimensionales para tecnologías de la información. Este trabajo integra física, química y ciencia de materiales para explorar aplicaciones emergentes en campos como la magnónica, la espintrónica, la computación cuántica y los dispositivos de detección. En magnónica, trabajan con imanes para encontrar una manera más rápida de que los dispositivos digitales puedan transmitir información.

Lo que tratan de conseguir es «como cuando estamos en un campo de fútbol y el público hace ola, hay movimiento y velocidad pero sin que la gente tenga que desplazarse».

En cuanto a la situación del sector, apunta que «como país, en España aportamos aún un porcentaje bajo del PIB en referencia a otros países, hay necesidad de que la ciencia tenga más recursos, pero eso no quita que la precariedad debamos usarla para desmotivarnos. La ciencia siempre la he vivido como pasión, para llegar al máximo nivel con esfuerzo, y las cosas van mejorando», sentencia.

Suscríbete para seguir leyendo