Un videojuego para conectar con la Malva-rosa ancestral

El proyecto «Una casa en la Malvarrosa», que cuenta la historia de una joven y su abuela, es el ganador de Explora València, una iniciativa para crear videojuegos que promuevan un turismo sostenible en los barrios. 

Ganadores de Explora València.

Ganadores de Explora València. / Levante-EMV

Un proyecto interactivo en el que espacios y objetos del pasado explican la idiosincracia de la Malva-rosa y conectan con el barrio ha sido la propuesta ganadora de «Explora Valencia: Un viaje interactivo a través de sus barrios», una convocatoria de Academia Valenciana del Audiovisual (AVAV), con la financiación del Ayuntamiento de València, y la colaboración de Las Naves, ESAT (Escuela Superior de Arte y Tecnología) y OWN Connect, que busca potenciar la industria del videojuego y favorecer el turismo sostenible. 

La convocatoria buscaba «crear experiencias interactivas que genere sinergias entre vecinos y visitantes y pongan en valor los barrios de la ciudad de València», combinando sostenibilidad, turismo, cultura, personajes e historia local de forma divertida, amena y respetuosa con el entorno». Entre otras cosas, se basa en la premisa de que los videojuegos también pueden tener un efecto transformador en la sociedad.

Los ganadores del concurso —abierto de abril a junio— se dieron a conocer este fin de semana, en el carco del Festival Own —anterior DreamHack— y el primer premio fue para «Una casa en la Malvarrosa», de José Manuel Guevara, José Luis Soler y Elena Martínez Aguado, una tierna historia de memoria entre una abuela ya fallecida y su nieta. 

Entre otras cosas, esta «experiencia narrativa interactiva» se lleva los 6.000 euros de premio por demostrar que tradición e innovación pueden ir de la mano. El jurado ha valorado que se centra en «dinámicas costumbristas» y pone «de relieve el valor humano de las historias familiares que trascurren a lo largo de generaciones», además de «una planificación comedida y realista», «con una dirección artística impecable y unas mecánicas sencillas al alcance de todo tipo de públicos».

José Luis Soler, uno de los tres creadores, explica que la Malva-rosa se descubre a través de Lucía y su abuela. «Es un juego narrativo y la protagonista no tenía mucha relación con su abuela. Después de perderla, va a su casa y empieza un viaje con Lucía, la relación con su abuela y el barrio», indica. «Con dinámicas sencillas, como arreglar y limpiar la casa, que había estado cerrada, la protagonista va encontrando objetos escondidos y fotografías y se va construyendo una imagen del pasado y del barrio», añade.

Soler, que es investigador y desarrollador de videojuegos, confiesa que se animaron a presentarse porque los tres querían hacer un proyecto conjunto y vieron que la propuesta casaba bien con sus perfiles (Elena Martínez es ilustradora y José Manuel Guevara, historiador). 

La Malva-rosa la eligieron porque «es un barrio con mucha tradición, pero con una imagen un poco denostada y queríamos ponerla en valor». Explica que «conocer la historia a través de las personas que han habitado los lugares siempre conecta más emocionalmente con el espectador y con la parte humana» y esa puede ser la clave del éxito del minijuego para móviles que ahora deben desarrollar al completo en tres meses.

El Cabanyal y los gatos callejeros

Sin dejar els Poblats Marítims, el segundo proyecto ganador de la convocatoria ha sido «Cabanyal oculto» de Lorenzo Arteaga Martínez, Borja Iranzo Martínez y Elena Ortuño Arenas, que han ganado en una mentoría especializada ofrecida por ESAT y valorada en 1.200 euros. En este caso, es una combinación de novela visual no lineal y sliding puzzle, que convierte a jos jugadores en una guía local que descubre el Cabanyal a locales y visitantes, y del que destaca su «ingenioso apartado mecánico».

Y, por último, el jurado también ha valorad la frescura y el tono desenfadado de «Cats», desarrollado por Mª Àngels Felix, Claudia Cuen, Francisco Jiménez y Andrea Herráez, y en el que son los gatos callejeros los que enseñan la ciudad y muestran los principales puntos de interés, en una apuesta por la gamificación.

Teresa Cebrián, presidenta de AVAV, destaca que la valenciana es «única academia audiovisual del Estado Español que premia a los videojuegos en su gala anual y que cuenta con un grupo de especialidad que reúne a creadores y creadoras de videojuegos de la Comunitat Valenciana, poniendo en valor a los profesionales de esta industria».

Por su parte, Paula Llobet, la concejala de Turismo e Innovación del Ayuntamiento de València, recuerda que la iniciativa pretende «fomentar el turismo sostenible y respetuoso con nuestro patrimonio y nuestra forma de vivir, y además lo hacemos impulsando la industria del videojuego y del audiovisual». «Nuestra finalidad es poner en valor nuestros barrios y su rico patrimonio, y atraer talento, inversiones y empresas del sector del videojuego, que es uno de los que más crece a nivel a mundial», concluye.

Los impulsores de Explora València proponían a los participantes centrarse en barrios como Benimàmet, históricamente un lugar elegido para vivir por musulmanes o la alta burguesía de principios del XX y cuna de insignes arquitectos; el Cabanyal, el barrio de la luz de Sorolla y la pasión de la Semana Santa Marinera; la Malva-rosa, otro barrio que mira al mar; y Patraix donde se ofrece un recorrido medieval de la época de Jaume I o los orígenes agrarios vinculados a la huerta. Se podían presentar estudiantes (mayores de 18 años) y profesionales y el jurado ha estado formado por un panel de profesionales expertos en videojuegos, turismo y cultura valenciana.