SEGÚN UN ESTUDIO

El 69% del colectivo LGTBIQ+ cambia su voz en el trabajo para ocultar su orientación sexual: "Me da miedo que no me tomen en serio"

Las personas de este colectivo siguen siendo víctimas de marginación en múltiples niveles debido a los sesgos de la sociedad, especialmente sobre su forma de hablar, lo que genera que las personas imposten u oculten sus voces

Banderas del orgullo ondean en quioscos frente al Ayuntamiento de Madrid.

Banderas del orgullo ondean en quioscos frente al Ayuntamiento de Madrid. / Alba Vigaray

Marta Alberca

Luis (nombre ficticio) tiene 26 años, es gay y hace apenas un año que cambio a una nueva empresa para tener un rango de responsabilidad superior al que tenía en la que estuvo anteriormente. Dice que a pesar de sentirse cómodo en su nuevo puesto y con sus compañeros, prefiere evitar que conozcan su orientación sexual. Una forma de hacerlo es cambiando el tono de su voz: "Me da miedo que no me tomen en serio y que no me respeten por ser lo que soy, así que prefiero mantenerlo al margen", explica a El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario. Cuesta creer que esto siga ocurriendo en pleno siglo XXI, donde los episodios de discriminación deberían estar ya más que superados, pero los datos evidencian que todavía queda mucho por hacer: al igual que Luis, el 69% del colectivo LGTBIQ+ cambia su voz en el trabajo por esta misma razón.  

Esta es una de las conclusiones del informe Free the voices: voz, diversidad y tecnología en la era de la IA, elaborado por la consultora Llorente y Cuenca, del que se extraen otros datos como que el 41% de los hombres gays y el 6% de las mujeres lesbianas afirman que se les reconoce como miembros del colectivo debido a sus voces. El documento revela que, a pesar de los avances en la lucha por la igualdad, las personas que pertenecen a grupos minoritarios, en particular el colectivo LGTBIQ+, siguen siendo víctimas de marginación en múltiples niveles debido a los sesgos de la sociedad, especialmente sobre la voz, lo que genera que las personas imposten u oculten sus voces.

De hecho, diversas investigaciones han explorado cómo atributos como el tono, la resonancia, el ritmo y la entonación influyen en las inferencias que hacemos sobre rasgos de personalidad específicos. Aunque no existe un concepto específico que describa la fobia hacia las formas diversas de habla de las personas LGTBIQ+ , esta es una realidad con la que la mayoría de personas tienen familiaridad. Algunos de los términos más relacionados y desarrollados por la literatura y la opinión pública son “glotofobia” y “gaydar”, los cuales, aunque están relacionados con esta problemática, no la abarcan completamente.

Así, estos actos de discriminación manifestados en exclusión y microagresiones diarias terminan por empujar a muchas de las personas de la comunidad a modular su voz, ajustando el volumen, tono, ritmo, pronunciación y otros atributos de su voz o incluso silenciarla para entrar dentro de las expectativas sociales y evitar discriminación. Estudios recogidos en dicho informe, muestran que las personas prefieren interactuar con una voz heterosexual (69%) versus una voz “gay” (31%), sesgo que se despliega y vuelve más evidente en otros espacios, como los lugares de trabajo, donde las cifras de discriminación van del 32% al 37% de personas LGBTIQ+ que han afirmado haber sido discriminadas por "actuar gay", incluyendo cómo hablan.

Cuatro de cada diez personas LGTBI han sido víctima de algún delito de odio en los últimos cinco años.

Cuatro de cada diez personas LGTBI han sido víctima de algún delito de odio en los últimos cinco años. / EFE

Repositorio de voces

Ante escenario la consultora ha ideado el proyecto Free the voices, el primer banco de voces sintéticas diversas. En total más de 250 voces del colectivo en 12 países, que podrá ser utilizado, a partir de ahora, en diversos contenidos audiovisuales. Este recurso está diseñado para concienciar a la sociedad sobre los sesgos asociados a las voces diversas y reducirlos a través de una mayor exposición a la diversidad vocal.

“Nuestro objetivo es utilizar los avances en inteligencia artificial para promover una mayor diversidad y equidad en las voces que escuchamos diariamente. Este estudio es un paso crucial en nuestra misión de desmantelar los prejuicios y construir un futuro donde todas las voces sean celebradas y respetadas”, afirma David González Natal, Socio y Director General de LATAM Norte en LLYC. El repositorio de voces sintéticas está disponible para uso libre en Fonos, donde también se podrá donar de forma voluntaria y anónima la voz con la lectura y grabación de un manifiesto, que contribuya a expandir los recursos en favor de la diversidad vocal.