Las crisis de pareja inundan las consultas

La difícil convivencia o la falta de comunicación son algunos de los problemas a los que se enfrentan los matrimonios, que deciden acudir a expertos para buscar las herramientas necesarias para mejorar la relación. 

Una pareja se coge de la mano, en una imagen de archivo.

Una pareja se coge de la mano, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

«Y vivieron felices para siempre». Caperucita Roja, Cenicienta, Bella Durmiente o Blancanieves son sólo algunas de las princesas que consiguieron casarse con el deseado príncipe para vivir su historia de amor. Sin embargo, no nos hemos llegado a plantear como continúan estos cuentos. ¿Realmente fueron felices? ¿Estuvieron juntos toda la vida? Probablemente, y si fueran de carne y hueso, se hubiesen enfrentado a muchas discusiones y problemas y, por consiguiente, hubiesen tenido que acudir a centros de terapia de pareja para buscar una solución. «Por suerte, se ha roto el mito de que las relaciones tienen que durar para siempre y hemos aprendido que hay que trabajar para mantenerlas. Ya no se normaliza el amor romántico y el tener que hacerlo todo por el otro», señala la sexóloga valenciana Laura Chisbert. 

Ella, como muchos otros especialistas, se enfrenta día a día en su consulta a las crisis de pareja. La demanda empezó a crecer tras la pandemia, un momento en el que se puso de manifiesto la importancia de salvaguardar la salud mental. «Las circunstancias del confinamiento dificultaron la convivencia entre parejas, ya que no iban a trabajar, no se relacionaban con otras personas ni podían hacer cualquier otra actividad», recuerda la experta. En este sentido, las parejas pasaron de relacionarse en momentos puntuales del día a convivir las 24 horas encerrados en casa. En ese momento, muchos matrimonios se dieron cuenta de la falta de comunicación entre ellos y las dificultades que comportaba esta convivencia. 

Ante esta situación, muchas parejas decidieron ponerse en manos de expertos para solucionar estos conflictos, aunque, en ocasiones, esta es la última alternativa antes de la ruptura definitiva. «A veces es una manera de mostrar que lo han intentado, pero, en otras ocasiones, muchos siguen juntos y la situación mejora», reivindica el psicólogo valenciano Julio García, quien recalca que, durante los últimos años, «las consultas están más llenas porque se ha normalizado el hecho de acudir a terapia». Este incremento de consultas no se debe a que haya más problemas en el ámbito de la pareja, sino que los miembros son más conscientes de qué es lo que buscan en la relación. «Les intentamos dar las herramientas y, por suerte, en muchos casos vienen antes de que el problema se agrave», indica Chisbert. 

Falta de comunicación

En un mundo interconectado, y aunque parezca extraño, la falta de comunicación es uno de los principales problemas entre las parejas. «Es importante mostrar empatía y descubrir por qué hemos llegado a esta situación», recalca la sexóloga, quien intenta proporcionar herramientas a las parejas, aunque recuerda que «la última decisión siempre debe ser suya». Por ello, Chisbert afirma que «se necesita un compromiso por ambas partes». 

En las consultas, los perfiles de parejas suelen ser muy variados, pero, en muchas de ellas, los conflictos se inician tras cinco años de relación. «Hay un desgaste, ya no se hablan y no se divierten», lamenta García. Sin embargo, no siempre las dos partes están de acuerdo en esta decisión, ya que, como indica la sexóloga, «suele ser una de las partes la que se da cuenta de esta carencia y la otra acepta ir a terapia». 

Aunque los problemas de convivencia y la falta de comunicación suelen ser los problemas mayoritarios, durante la consulta también se abordan otros temas como el sexo. A pesar de que existe cierto pudor entre las parejas de 40 o 50 años, Chisbert recuerda que «el sexo también se ve afectado». «Las infidelidades, en muchas ocasiones, son una causa de este problema de comunicación», afirma. 

Relaciones sexuales

Sin embargo, las generaciones Z o "millenial" han normalizado tratar estos temas (como también ha ocurrido con la salud mental) y no muestran ningún pudor a la hora de hablar de sexo o relaciones. En este sentido, los más jóvenes plantean modelos relacionales más amplios. Así, Chisbert señala que en consulta también se abordan las relaciones no monógamas, es decir, las que no hay exclusividad sexual o afectiva. 

Este tabú también se ha roto entre las parejas homosexuales, que también apuestan por estas terapias para hacer frente a sus problemas. «Presentan los mismos problemas de comunicación y convivencia, aunque, en su caso, también hay problemas más específicos como consecuencia de las conductas homófobas», afirma la sexóloga. 

Sin duda, y como reivindican los especialistas, ahora es mucho más fácil poder escoger si se sigue en pareja o no. «Lo importante es que la relación genere calma y tranquilidad», concluye la sexóloga.