Alopecia masculina: ¿A qué edad es mejor hacerse un trasplante de pelo?
En muchos casos, la pérdida de pelo se debe a la acción de la testosterona
El avance de la técnica y el abaratamiento de las intervenciones ha cambiado el panorama de los injertos capilares
Es uno de los problemas estéticos que más afectan y preocupan a lo hombres. Más allá de la obesidad, la alopecia se ha convertido para muchos varones en el mayor de sus miedos. Existen infinidad de supuestos remedios caseros para luchar contra ella y prevenirla, como el uso de aceite de romero, pero lo cierto es que la ciencia no deja lugar a dudas. La pérdida de cabello puede estar ocasionada por muchos factores pero en muchos casos se debe a cuestión hormonal.
Muchos pacientes desarrollan alopecia androgénica como consecuencia de la miniaturización del cabello y la atrofia de los folículos pilosos relacionada con la acción de la testosterona, concretamente la DHT (Dihidrotestosterona). En estos casos, no hay remedio casero que valga y el único tratamiento viable para pararla y, si es posible, revertirla es la medicación con inhibidores de la DHT y otros fármacos que estimulan el crecimiento del pelo, como el minoxidil.
Más allá de la medicación, existe la vía quirúrgica que consiste en el trasplante capilar. Sin embargo, antes de recurrir a este procedimiento es importante asesorarse correctamente con los médicos especializados en la materia, los tricólogos. En caso de alopecias androgénicas avanzadas es importante estabilizar la pérdida de pelo antes de iniciar un trasplante.
¿A qué edad es mejor hacerse un trasplante capilar?
Es una de las grandes preguntas que se hacen los pacientes que sufren alopecia. Desde hace años, los especialistas insisten en que no existe una edad límite como tal para hacerlo y que, en realidad, el límite o barrera de viabilidad del trasplante lo marca la disponibilidad de folículos sanos en la zona donante y el estado de la zona receptora.
Las mejoras en las técnicas quirúrgicas y el abaratamiento de las intervenciones permiten acometer estas cirugías de forma más aislada sin tener que esperar a injertar grandes áreas. De hecho, es recomendable hacerlo antes de perder todo el pelo para que el implante se realice en una zona no del todo atrofiada.
En cualquier caso, y en casos muy severos de alopecia, es imprescindible complementar de forma previa el trasplante con terapias de estimulación del cuero cabelludo y su vascularización para garantizar que la zona donante está preparada para recibirlos nuevos folículos.
Como norma general, el rango de edad previsto para someterse a estas intervenciones oscila entre los 18 y los 80 años. En caso de someterse pronto a un trasplante, es habitual que haya que repetir el procedimiento (siempre que haya folículos disponibles en la zona donante) para amortiguar la pérdida de cabello relacionada con la hormona a medida que el paciente cumpla años.
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