Un libro para 40 años de Universitat d’Estiu de Gandia

La Casa de la Cultura de Gandia acogió el verano pasado, del 7 de julio al 10 de septiembre, una exposición donde se repasaban los 40 años de la Universitat d’Estiu de Gandia. Fruto de esa muestra es «40 cites amb la cultura. 1984-2023», el catálogo que ha editado y publicado recientemente la Fundació de la Universitat de València. 

El libro, coordinado por Lluís Romero y Joan de Alcàzar, que también fueron comisarios de la exposición, narra la intrahistoria de los cursos de verano de la Universitat de València desde sus inicios hasta la consolidación, pasando por los retos que plantean el nuevo modelo. Contiene además textos de las personas que ayudaron a su desarrollo, y en el mismo eje cronológico pone en contexto los principales cambios que ha ido experimentando Gandia como ciudad en las diferentes épocas.

El catálogo se presentó el lunes pasado en la Casa de la Cultura una hora antes de que el periodista Manuel Vicent dictara la conferencia inaugural de la 41 UEG.  

La UEG nació como una experiencia inédita en la Comunitat Valenciana. En 1984, en una Gandia de 50.000 habitantes, el entonces alcalde socialista Salvador Moragues, con Pepa Frau como concejala de Cultura, y el rector Ramon Lapiedra, con Isabel Morant como vicerrectora, exploraron la opción de organizar unos cursos de verano en la capital de la Safor. También se implicaron unos jóvenes funcionarios con ganas de desarrollar proyectos en una ciudad que no tenía apenas ni políticas ni infraestructuras culturales. 

La primera edición se celebró del 27 de agosto al 1 de septiembre en el colegio Joan XXIII del Grau con unos 150 alumnos. A partir de los años 90 fue creciendo, consolidándose como espacio de debate y reflexión, una cita veraniega obligada, y con actividades abiertas nocturnas y gratuitas. Son años de ilustres conferenciantes para los actos inaugurales. 

Las primeras dos ediciones las coordinó Jesús Alonso como técnico municipal. A partir de la tercera la UV se hizo cargo de la dirección. Durante este tiempo los directores de la UEG han sido los siguientes: Manuel Sanchis y Josep Vicent Marqués (1987), Josep V. Marqués (1988), Amando García (1989-93), Joan B. Llinares, Antoni Furió y Alfons Cervera (1994), Isabel Morant (1995-2000), Josep Lluís Barona (2001), Rafael Gil (2002), Joan del Alcàzar (2003-2011), Josep Montesinos (2012-2015), Emili Aura (2016-2019), y Carme Melo, desde 2020 hasta la actualidad. 

40 años de Gandia a través de la Universitat d'Estiu

La UEG también ha ido pasando por numerosas sedes, de la playa al centro de la ciudad: los colegios del Grau de Gandia, los hoteles Bayren y Borgia, el Palau Ducal, el Serrano... Desde el año 2000 se fija la Casa de la Cultura, inaugurada ese año.

Pero los tiempos han cambiado. La adaptación de la UV a los planes de estudio de Bolonia hace veinte años implicó el fin de los créditos universitarios de libre opción y ello produjo a su vez el declive lento, pero inexorable, de los jóvenes universitarios, precisamente los que más alimentaban los cursos, talleres y seminarios. Fue un golpe del que la UEG todavía no se ha recuperado. Tampoco funcionó el experimento con alumnado internacional, y a esto se le unió la pérdida de patrocinadores potentes, privados, e incluso públicos como la Generalitat. 

Súmele la crisis económica de 2008, la pandemia de 2020 y el traslado del CIG-UV al edificio Tossal. En cualquier caso, la moraleja de esta historia es que la UEG propició, a partir de 2005, la presencia de la Universitat de València en Gandia durante todo el año, y ese es, con independencia de lo que pase en un futuro con estos cursos de verano, el mejor legado.  

Joan del Alcázar: 'Hay que repensar el modelo de la UEG de forma inaplazable'

En una entrevista concedida a este periódico en agosto de 2023, tras la cuadragésima edición, el entonces director del CIG-UV en funciones Joan del Alcàzar, instaba a «repensar el modelo de forma inaplazable». Por su parte, Lluís Romero cree que para el futuro del CIG-UV «será fundamental el apoyo de las instituciones pero también de la sociedad y sobre todo la estabilidad de un equipo directivo que marque las líneas de trabajo a largo plazo».