Gandia gana 200.000 metros cuadrados de parque en primera línea de playa

El Ministerio para la Transición Ecológica incluye en la zona de dominio público marítimo terrestre la franja de 100 metros en la playa de l’Auir tras un proceso de expropiación iniciado hace veinte años

Ahora ya se podrá habilitar el paseo verde y arbolado que el ministerio proyectó hace años

La playa de l’Auir de Gandia. La zona expropiada que pasa a ser dominio público martímo terrestre es la franja situada inmediatamente detrás de las dunas, a la izquierda de la imagen.

La playa de l’Auir de Gandia. La zona expropiada que pasa a ser dominio público martímo terrestre es la franja situada inmediatamente detrás de las dunas, a la izquierda de la imagen. / Levante-EMV

sergi sapena

El Ministerio para la Transición Ecológica va a culminar en las próximas semanas uno de los mayores regalos que ha hecho a Gandia. Se trata de la adquisición, mediante el procedimiento de expropiación forzosa, de una franja de 100 metros de anchura a lo largo de dos kilómetros en la playa de l’Auir. Así, ese espacio, que suma 200.000 metros cuadrados, se podrá convertir finalmente en un parque público con un paseo con mucho arbolado que irá desde el límite norte urbanizado de la playa de Gandia hasta el cauce del río Vaca, lindando con el término de Xeraco.

El proceso ha sido largo. Fue hace veinte años cuando la entonces ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció la expropiación de las fincas agrícolas situadas inmediatamente detrás de las dunas de l’Auir, una decisión que tuvo que superar muchos obstáculos porque, entre otros aspectos, los propietarios primero se opusieron a ceder el espacio y después discreparon con el valor económico de dicha operación.

El propio ministerio, que daba por hecha la adquisición del suelo, anunció entonces que esa franja de terreno se convertiría en un parque público y redactó un proyecto consistente en una actuación de naturaleza «blanda». Es decir, zonas de paseo, árboles que den mucha sombra y pasarelas transversales para permitir a las personas el acceso a la playa sin poner en riesgo las dunas litorales, sometidas a protección ambiental y en las que viven animales y plantas igualmente protegidos.

Esa obra, sin embargo, no ha podido ejecutarse porque, por así decirlo, la expropiación no era firme. Ese paso es el que se acaba de dar con el anuncio del Ministerio para la Transición Ecológica de modificar el deslinde en esa zona, trasladando la línea marítimo terrestre cien metros al interior desde las dunas, lo que automáticamente clasifica los 200.000 metros cuadrados de esta franja como zona de dominio público. A esa superficie pública se suma la de las dunas y la playa propiamente dicha, alcanzando alrededor de un kilómetro cuadrado.

A partir de este momento el Gobierno podrá acometer las actuaciones previstas para habilitar ese paseo verde que, a su vez, conectará con el que recientemente ha ejecutado el Ayuntamiento de Gandia en la calle de la Ribera Baixa, la que cierra la zona urbana litoral por el norte.

Una playa-símbolo

En la Safor la playa de l’Auir constituye un símbolo por haber quedado milagrosamente libre de hormigón pese a las distintas épocas de vorágine constructora. La bajísima edificabilidad que le asignó el Plan General de Ordenación Urbana que Gandia aprobó en 1983 la hizo poco atractiva, más aún cuando había suelo de sobra en otras zonas para construir los grandes edificios que ahora se ven, tanto al sur, en Gandia, como al norte, ya en el término de Xeraco.

Hace años el Ayuntamiento de Gandia descubrió que ese pequeño paraíso podía explotarse como un recurso turístico único: una playa virgen donde disfrutar de un ecosistema protegido entre el Mediterráneo, el marjal de la Safor y las alturas del macizo montañoso del Mondúver.

A preguntas de este periódico, el director general de Medio Natural de Gandia, Daniel Muñoz, mostró su satisfacción por este paso que cierra cualquier intento de construir. Muñoz también confía que en el momento que sea posible el Ministerio busque cómo financiar la zona verde que se proyectó en su día. Eso añadirá un elemento de atracción turística y, al mismo tiempo, preservará este envidiable espacio natural que recuerda aquellas desaparecidas playas sin construcciones.

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