Víctima de una estafa vacacional: "Lo que más rabia me da es que quieran hacer daño a propósito"

Una familia de Navarra interpone la primera denuncia en la playa de Gandia por estafa en alquiler de apartamentos

Carlos, su esposa y sus dos hijos llegaron a la vivienda y se encontraron con que el propietario no sabía nada

Apartamentos en la playa de Gandia.

Apartamentos en la playa de Gandia. / Levante-EMV

sergi sapena

Lamentablemente los estafadores siguen encontrando la fórmula para aprovecharse de quienes, con la mejor voluntad, buscan un lugar donde pasar una parte de las vacaciones en un apartamento de la playa de Gandia.

Esta semana se ha presentado la primera denuncia ante la Policía Nacional por el engaño sufrido por Carlos, un hombre llegado de un municipio de Navarra, que el lunes se topó con la desagradable sorpresa de haberse quedado sin la vivienda que había alquilado y sin el dinero que había anticipado.

Según ha narrado en la denuncia, el pasado mes de abril contactó a través de la página web Milanuncios con una mujer, de nombre María, que ofrecía un apartamento en la calle Cap de la Nau de la playa de Gandia. El coste eran 650 euros por una semana, así que Carlos llamó y tramitó el alquiler. María le dijo que tenía que adelantar una parte de esa cantidad para hacer la reserva, y así lo hizo mediante una transferencia bancaria a la cuenta que se le indicó, a nombre de una tal Paula que, supuestamente, es la madre de la supuesta estafadora.

A partir de ahí mantuvo algunos contactos con María, vía WhatsApp, para concretar la llegada, que se tenía que producir el 8 de julio, y pedirle que en una de las habitaciones debía haber dos camas para los niños. Efectivamente Carlos y su familia llegaron a la playa de Gandia este lunes, pero cuando trataron de acceder al apartamento alquilado, María ya no respondía, y, para mayor disgusto, del apartamento que habían alquilado salió otra persona, su propietario, indicándoles que él no sabía absolutamente nada.

«Lo que más rabia me da es que quieran hacer daño a propósito», se lamenta el estafado en declaraciones a este periódico al referirse a que María le insistió en que no trajera nada porque en ese apartamento encontraría lo necesario para pasar una semana en la playa, incluso sombrillas para montar en la arena.

A partir de ahí, la obligada odisea de buscar rápidamente un lugar donde quedarse. Primero buscaron otros pisos de alquiler, pero eran muy interiores y caros, según relata Carlos. Así que la opción fue adelantar la entrada en otro apartamento que habían concertado, en este caso en la playa de Tavernes de la Valldigna. «Llamamos al dueño y fue muy amable con nosotros. Incluso precipitó su salida para que pudiéramos entrar». La historia, pese a la estafa, ha terminado bien y estos días Carlos y su familia disfrutan de la playa vallera.

Cada verano la Policía Nacional y la Guardia Civil recomiendan poner mucha atención en estos alquileres que se hacen directamente entre personas porque cuando se gestionan a través de agencias inmobiliarias el riesgo de sufrir un engaño es mucho menor.

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