El templo símbolo del ‘aggiornamento’ de la Iglesia, hacia la máxima protección

La Generalitat responde por fin a la insistente petición del ayuntamiento de Gandia y abre el proceso para que Sant Nicolau, en el Grau, sea elevada a Bien de Interés Cultural  

La estructura de la iglesia de Sant Nicolau de Bari del Grau de Gandia, vista desde la plaza del Garbí.

La estructura de la iglesia de Sant Nicolau de Bari del Grau de Gandia, vista desde la plaza del Garbí. / Levante-EMV

sergi sapena

La Conselleria de Cultura, por fin, ha respondido a la petición del Ayuntamiento de Gandia, avalada por prestigiosas instituciones, y ha iniciado el trámite para que la iglesia de Sant Nicolau, situada en el Grau, sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, lo que supone la máxima protección legal de ese elemento.

Se trata de un edificio ejemplo de la arquitectura moderna situado junto al puerto que fue construido en 1962 por el ingeniero Eduardo Torroja en colaboración con el ingeniero Jaime Nadal y el arquitecto Gonzalo Echegaray. Muchos expertos no dudan de que se trata del mejor ejemplo de arquitectura moderna en Gandia que fue restaurado entre 2002 y 2006 por Ignacio Lafuente.

La iglesia destaca por una estructura única y singular que se caracteriza por enormes placas de hormigón que permitieron habilitar un enorme espacio interior libre de pilares. «Cada lámina de la pared se encuentra cubierta y está convenientemente inclinada para facilitar la evacuación de aguas y la espiritualidad en el interior», señalan los arquitectos y, además, a diferencia de las iglesias modernas, incluye un claustro concebido con una perspectiva muy abierta y con vistas a la dársena del puerto de Gandia.

Pero hay un elemento algo más subjetivo que convierte Sant Nicolau del Grau de Gandia en un templo símbolo de un momento histórico del catolicismo. La concepción de esta iglesia y las obras tuvieron lugar cuando los papas Juan XXIII y Pablo VI presidieron las sesiones y resoluciones del Concilio Vaticano II, que permitió dar el paso del «aggiornamento», o actualización, entre la «vieja» Iglesia que todavía celebraba en latín y presidía las eucaristías de espaldas a los fieles, y la «nueva», surgida a partir de los cambios que se aprobaron. Aquel «aggiornamento» fue comparado con la idea de que la luz de la modernidad había entrado en el Vaticano y se había extendido al conjunto de la Iglesia para ponerla a la altura de las personas. Esa «luz» y esa «apertura» es la que se trasladó a esta construcción gandiense que, eso es cierto, sorprende no solo en su exterior, con icónicas imágenes desde el puerto, sino también cuando se entra en la gran nave, abierta e inundada de luz natural.

Una imagen de la iglesia de Sant Nicolau tomada desde arriba con la dársena del puerto.

Una imagen de la iglesia de Sant Nicolau tomada desde arriba con la dársena del puerto. / Àlex Oltra

La petición del Ayuntamiento de Gandia para que Sant Nicolau sea BIC se adoptó hace cuatro años, pero durante este tiempo la Conselleria de Cultura ha dudado sobre si el edificio merece esa catalogación. Entidades de prestigio, como la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y el Colegio de Arquitectos, avalaron la iniciativa con informes contundentes y el Gobierno local trasladó insistentemente la idea de que ese templo merece la categoría de BIC. Ahora se abre un proceso de alegaciones, pero nadie duda que Sant Nicolau alcanzará el objetivo pretendido porque no se esperan opiniones o alegaciones en contra.

La primera en la Comunitat Valenciana

El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, valora la decisión de la Conselleria de Cultura como «una buena noticia para la ciudad» y ha añadido que la declaración de BIC es «muy importante y un objetivo que hemos perseguido a lo largo de mucho de tiempo por las características del inmueble y por su singularidad».

Por su parte la concejala de Patrimonio, Alícia Izquierdo, también se felicitó por este hecho. «Estamos hablando de un monumento icónico e identitario del distrito pesquero y del mejor ejemplo de arquitectura de la modernidad a Gandia», al tiempo que añadía que posiblemente la iglesia del Grau se convierta en «la primera obra de arquitectura moderna vinculada al hormigón que se declara Bien de Interés Cultural en el territorio valenciano».

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