Así ha acabado el curso el Pla Edificant en la Safor

La estructura inacabada del colegio de Xeraco, cuya obra está paralizada

La estructura inacabada del colegio de Xeraco, cuya obra está paralizada / Toni Álvarez Casanova

Los centros educativos públicos de la comarca de la Safor pusieron punto y final el pasado viernes a un curso que ha sido de transición tanto a nivel de gestión, ya que estuvo a caballo entre el final del Botànic y el principio de la nueva Generalitat de PP y Vox, como para el Pla Edificant, destinado a la construcción, rehabilitación o reforma de centros educativos sostenidos con fondos públicos.

En Gandia avanza en estos momentos la obra más importante de la ciudad, la del IES Ausiàs March. Lo hace, eso sí, no sin haber superado muchos problemas.Primero una paralización de meses, durante la pasada legislatura, y después, el pasado invierno, una ralentización con peligro de que se volvieran a detener debido a la subida de materiales.

En este último caso se pudieron salvar los muebles gracias a la negociación del ayuntamiento con la empresa, que logró que se desbloqueara al asunto al asumir los casi 800.000 euros de aumento que contemplaba la modificación del proyecto y que finalmente han salido de la aportación de la Generalitat. La obra supera ligeramente los ocho millones de euros.

La otra infraestructura importante de la ciudad, el Centro Integrado de Formación Profesional también presenta novedades este curso. Como ya se publicó el pasado mes de añsdkfakdf, este proyecto sale del Pla Edificant, donde estaba previsto incialmente, y lo asume directamente la Conselleria de Educación con una inversión que supera los 22 millones de euros.

Este espacio se construirá en un solar dotacional de la zona Beniopa-Passeig que el ayuntamiento ha cedido a la Generalitat y, si no cambia el planteamiento, se concibió con 13 familias formativas adaptadas a la realidad laboral de la comarca.

En Oliva, los centros acaban el curso como lo empezaron. El gobierno local ha repetido en varias ocasiones que se encontraron el plan «empantanado» y han tenido que llevar a cabo diferentes gestiones para que las tramitaciones empiecen a vislumbrarse. En estos momentos está en licitación la obra del IES Gregori Mayans y se espera que en los próximos días también salgan los del CEIP Alfadalí y el Conservatorio Josep Climent, por lo que se supone que a lo largo del próximo curso ya podrían iniciarse los trabajos en alguno de ellos, dependiendo de la situación y las circunstancias de cada contrato.

En el caso de Tavernes de la Valldigna también acaba el curso sin novedades en cuanto a obras pero sí que ha avanzado la tramitación de algunas de ellas. 

El proyecto más importante es el de rehabilitación del instituto Jaume II «el Just».Como en el caso del CIPFP la Safor, la Generalitat lo ha sacado del Edificant y lo asume directamente. Esta obra tiene prevista una inversión de 17 millones de euros . El ayuntamiento ya ha aprobado la renuncia a la delegación de competencias que asumió para gestionar la tramitación del proyecto cuando estaba incluido en el Edificant.

Como ya se anunció en su momento, finalmente se ejecutará una remodelación integral y profunda y no un derribo para aprovechar los espacios singulares con los que cuenta un centro levantado a mediados de los 60.

En este municipio sí que está avanzado el proyecto de reforma integral del CEIP Sant Miquel. La concejala de Educación, Encar Mifsud, ha explicado que la licitación de la obra está a punto y pendiente de la llegada de los barracones a los que se trasladará el alumnado durante el tiempo que duren las obras. La inversión prevista es se acerca a los seis millones de euros, uno más de los que estaban previstos en el plan inicial.

El CEIP Magraner está en estos momentos en proceso de redacción del proyecto y, aunque la inversión inicial se preveía en 2,7 millones, lo más probable es que se incremente por el aumento del coste de los materiales.

En Xeraco la situación es bastante peor. La obra arrancó en la primavera del 2022 y lleva algunos meses paralizada al no poder asumirla la empresa que la llevaba a cabo. En estos momentos se está tramitando la resolución del contrato. Hace unas semanas se retiraba incluso la grúa con la que se llevaban a cabo los trabajos, ante la confirmación de que no van a reanudarse a corto plazo.

Potries, por su parte, está a una semana de agotar el plazo para recibir contestación de la Generalitat sobre si acepta, o no, asumir el aumento de costes del proyecto. El alcalde, Sergi Vidal, explica que ante esa falta de respuesta ya están preparando para adaptar el proyecto únicamente a los 900.000 euros que tienen delegados, lo que obligaría necesariamente a renunciar a algunos aspectos. En Ròtova está en fase de redacción del proyecto ahora mismo.